La boda de Rafael y María José en Sabadell, Barcelona
Elegantes Invierno Amarillo 2 profesionales
El 09/11/2013 1.558 0 4
R&M
09 Nov, 2013
El día de nuestra boda
Las semanas anteriores a mi boda, cuando estaba realizando todos los preparativos, no tenía claro que la boda finalmente fuera a salir tan bien cómo salió.
Mi tía, que era mi madrina, se hizo daño en la rodilla, estuvo a punto de no poder venir; al final vino con la pierna vendada y sin poder apoyar el pie. La madre de mi actual marido estuvo ingresada en el hospital hasta la misma semana de la boda y no sabíamos si le darían el alta a tiempo para poder venir; al final pudo venir. A una familiar mía le tocaba el tratamiento de quimioterapia la misma semana de la boda y la noche anterior llamó a mi tía para decirle que tenía náuseas y mareos y que seguramente no podría venir; al final pudo venir. Un amigo de mi actual marido no pudo venir porque tenía a su hijo de 2 años ingresado en urgencias.
Y finalmente, el resultado:
El día de mi boda vino a casa a peinarme y maquillarme una chica jovencita con experiencia en peluquería y maquillaje, que me peinó y maquilló súper bien, con gran dedicación y profesionalidad, y me lo hizo súper barato. Me encanta cómo me quedó el peinado y el maquillaje. También peinó y maquilló a mi tía, que fue la madrina. Y hasta me ayudó a ponerme el vestido. Después estaba súper nerviosa y súper preocupada porque parecía que el padrino iba a llegar tarde; finalmente llegó bien de tiempo.
Seguir leyendo »Me llevó al ayuntamiento donde hicimos la ceremonia, que resultó ser muy amena y distendida, además, tuvimos la suerte de que nos tocó un concejal muy joven y simpático, hasta se hizo fotografías con nosotros con su móvil. Nos permitieron hacernos fotos en el despacho del alcalde, en el balcón principal y en la sala de visitas. Nos comentaron que en la sala de visitas nunca se hacían fotos ni se dejaba acceder a los novios ni a los invitados. Después bajamos y nos hicimos fotos en la plaza del ayuntamiento con todos los invitados.
Mientras los invitados iban al bar del restaurante donde habíamos hecho la reserva, nosotros fuimos con los dos fotógrafos al Parque Catalunya a hacernos las fotos de exterior. Tuvimos mucha suerte porque hizo un día muy bueno a pesar de ser invierno. Hizo bastante sol y se estaba muy bien al aire libre, no hacía nada de frío.
Después fuimos al restaurante, reservamos un buffet libre para que así cada uno pudiera comer lo que quisiera y tanta cantidad como quisiera y así tampoco había que esperar a que los camareros sirvieran los platos en las mesas. Además, nos salió mucho más barato que un menú y todos los invitados quedaron súper contentos y satisfechos. Por celebrar la boda, el restaurante nos regaló la tarta de boda y una hora de baile.
Terminamos todos bailando en la pista de baile del restaurante con los niños revolcándose por el suelo en medio de la pista, nos lo pasamos genial.
La pena es que a mí se me pasó todo súper rápido, demasiado para mi gusto. Pero la verdad es que salió todo a pedir de boca. Y nos salió una boda preciosa, a muy bien precio y con todo el mundo contento.
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