La boda de Rafa y Yésica en Jumilla, Murcia

El día de nuestra boda

Todo comenzó un 27 de mayo de 2023, situados en la localidad de Yecla (Murcia), Rafa y Yésica, se preparaban para darse el "sí, quiero". Dicho día amaneció lluvioso, no podía ser menos, después de todo el mes de agua que estábamos teniendo. Pero después de asimilar que el día podría seguir con agua, decidió darnos una tregua justo cuando teníamos que salir cada uno de casa, ya que nos casábamos en el Pío XII de Jumilla (Murcia). En ese momento en el que entré por el altar y vi a mi futuro esposo esperándome allí tal y como lo habíamos planeado, no me lo podía creer. Fue una ceremonia civil, por lo que tuvo momentos emotivos, de risa, recuerdos... en el que todos y cada uno de los asistentes pudo soltar su lágrima por sentirse identificado en algún momento descrito. Continuó con un sol radiante que picaba en la piel, y una lluvia, pero esta vez de arroz y pétalos, acompañada de un ¡vivan los novios! Y una buena traca. Seguidamente, seguimos con un cóctel de bienvenida en el que no faltó comida, bebida, bailes y lanzamientos nupciales, es decir, ambos acabamos por los aires. No mucho más tarde aparecimos por los salones haciendo bailar a todo el mundo con un SMS de que la fiesta sería hasta que saliera el sol, porque no iba a parar la diversión... y así fue. Como muchos de nuestros invitados nos dicen, fue una boda fiesta, en la que no faltaba la complicidad, la alegría y felicidad de estar celebrando ese día con nuestros familiares y amigos de toda la vida. Seguimos como toda boda, sus regalos, su corte de tarta y su temido baile, aunque lo llevábamos muy practicado y ensayado... Los nervios nos comían y las ganas de bailarlo, mucho más. Una vez pasado este tramo y con superación, dimos pie a la barra libre, donde no faltó tattoos, glittering, panel de huellas, libro de dedicatorias, mesa dulce, pulseras y gafas luminosas, para hacer un fiestón inolvidable, así como disfraces para disfrutar en el fotomatón. Finalmente, después de todo el mes lloviendo y con un comienzo lluvioso, el día no podía terminar seco, por lo que terminamos pasados por agua bailando bajo la lluvia.Para nosotros fue un día increíblemente bestial e inolvidable.