La boda de Pedro y Patricia en Palma De Mallorca, Islas Baleares

Hubo una anécdota muy graciosa y es que a mi novio no le entraba el anillo y me entró la risa, pero el al final logro ponérselo. La ceremonia fue muy emotiva, mi suegra y una amiga (testigo desde el primerísimo día que nos conocimos) nos dedicó unas palabras que nos emocionaron mucho a los dos. En el momento del convite, el sitio era espectacular, impresionante, nos casamos en un restaurante en un acantilado al lado del mar, con una puesta de sol increíble.

También hubo momentos muy emotivos y especiales, pues mi suegra me sorprendió con un grupo de bailaoras de flamenco (ya que yo soy sevillana y me encanta bailar sevillanas). ¡¡Fue una sorpresa increíble!! Pero aquí no acaba todo, mi cuñada nos hizo un video referente a mi marido y a mí y de cómo nos conocimos, pero al estilo "8 apellidos vascos" pues mi marido es mallorquín jaja, dejó a todos muy emocionados y a la vez nos reímos muchísimo.

A la hora del baile hicimos el baile de Dirty Dancing, llevábamos 4 meses ensayando y el último mes por una cosa o por otra no ensayamos y mi marido estaba tan nervioso que se equivocó en los últimos pasos, pero nadie se dio cuenta y quedó genial porque supimos improvisar. Ese día lo repetiría una y miles de veces fue único, original, elegante romántico y muy divertido.