La boda de Pedro y Marta en Madrid, Madrid

El día de nuestra boda

El día de nuestra boda fue más increíble de lo que podíamos imaginar. Es cierto que se nos pasó volando, siempre nos lo decía la gente, pero lo pudimos comprobar nosotros mismos. El día anterior estaba muy nerviosa pero el día de la boda me levanté y fui muy tranquila a la peluquería, maquillaje... Llegué a casa y entre mi madre y hermanas me vistieron.

Vinieron el fotógrafo y el cámara, un encanto. Nos lo hicieron todo muy fácil. Y bueno... llegó la hora de ver al que aún era mi novio… Me bajé del coche, empezó a sonar el concierto de Aranjuez y allí crucé el puente, precioso, del brazo de mi padre, hasta llegar a mi chico.

¡Qué guapo estaba! Desprendía felicidad, como yo, claro. La ceremonia fue preciosa, el cóctel muy abundante aunque apenas probé nada, no tenía hambre, y además, los invitados querían hacerse fotos todo el rato con nosotros.

Pasamos al banquete con música movidita, todo el mundo dando palmas, bailando ¡y hale, otra vez a comer! Todo exquisito. Y luego la barra libre que también la hicimos allí. La verdad es que veíamos a la gente tan emocionada, tan contenta, pasándoselo tan bien que... ¡no podíamos creerlo! Mi marido y yo rebosábamos felicidad.