La boda de Patxi y Bea en Zamora, Zamora
Al aire libre Verano Blanco 2 profesionales
P&B
22 Jun, 2013El día de nuestra boda
Creí que dejando pasar un año el relato sería más objetivo pero... lo mire por donde lo mire el día fue "casi" perfecto. Parto de este "casi" porque nuestra boda debiera haber sido un año antes, el 15 de septiembre de 2012, para ser exactos, pero el cáncer venció a mi madre tres semanas antes de la boda y decidimos aplazarla. La fecha escogida no fue al azar. Junio es el mes en que mi madre cumplía años y siempre le encantó el número 22. Nosotros encantados, ya que de no podernos casar en el solsticio, perfecto al día siguiente.
Todo el mundo me insistía en que estaría muy nerviosa, tanto como para no saber cuál era mi pie derecho. Pero dormí perfectamente y por la mañana -como cada mañana- me di mi paseo de casi 7 kms con mi perra. Desayuné entre prisas, no por ir tarde, pero mi padre estaba convencido de que no llegaba a la peluquería... a saber por qué si la peluquera vivía en la calle de al lado. En fin.
Recuerdo a los mejores amigos de mis padres -invitados en casa por tan sonada fecha- atareados para arriba y para abajo. Mi padre como siempre, una roca, tranquilo. Mi hermano a su ritmo y todos los demás corriendo. Menos yo, que aburrida daba vueltas en ropa interior porque como estaba peinada y maquillada no podía vestirme... pero tampoco podía hacer nada más! ni sentarme a leer!!! en fin... una hora muy larga por aburrimiento. Todo el mundo me pregunta por lo nerviosa que debía estar pero la verdad es que... mi padre y yo nos mirábamos los dos muertos de aburrimiento.
Seguir leyendo »Cuando ya subimos al coche para irnos a la ceremonia reconozco que "algo" me pellizcó el estómago. No sé qué sería, pasó rápido. Pero al llegar... A ver, para aclarar, todo lo organicé yo con el firme propósito de que me importase tres pimientos si algo no estaba en su sitio. Lo importante eran las personas y, dado que la falta de mi madre hacía que la ocasión no fuera perfecta, si algo lo desmejoraba no importaba. Pero es que.... todo absolutamente todo, ¡estaba perfecto! mejor incluso de lo que habíamos hablado. Mi mejor amigo había estado ahí desde primera hora supervisándolo todo y poniendo el equipo de sonido y... era todo precioso. Ahí sí que me puse algo nerviosilla.
Cuando mi padre dio la vuelta al coche para que bajásemos creo que él también se había puesto nervioso... o eso o el pivote se lo pusieron cuando no miraba porque menuda leche le dio al Mercedes. Así que ahí estaba yo, compuesta con el novio esperando y mi padre y todos mis tíos mirando el guardabarros del Mercedes... Daddy, que te parece si primero me casas y luego miras el coche? No os confundáis... seguro que iba todo el rato pensando en el coche!
Ceremonia civil, dedicada a la memoria de mi madre hasta el punto de llorar hasta las piedras del castillo... y yo que no llevo maquillaje nunca decidida 100% a no llorar, logro que conseguí, al menos ese día (el día siguiente inundé tres Atlantis). La ceremonia quedó muy bonita, la verdad que el concejal se lo curró. Y todos nuestros amigos como cobardes debajo de los árboles porque como calentaba el señor Lorenzo!
Coctel de bienvenida y comida en el Parador- Un menú impresionante, riquísimo y abundante, muy contentos con el servicio y con la peña gualdinegra que nos amenizó con su inacabable repertorio ¡Barakaldo aupa!
El baile lo hicimos en La Rosa, por ser amigo de la familia de toda la vida y por estar más a gusto que un arbusto, con todo el mundo bailando y riendo.
Para terminar la noche, fiesta heavy en El Muro, nuestra nave nodriza, mi segundo hogar, con todos los grandes éxitos desde black sabbath a rage.
Y todos los amigos pidiéndome que me divorcie para casarme de nuevo. Doy la boda por un éxito.
Un año después sigue siéndolo.
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