La boda de Patricia y Dani en Museros, Valencia

Mientras terminaba llamé a mi padre y le dije que viniera a buscarme, también llamé a mi suegra, porque ella se tenía que peinar después de mí.

Vino mi padre y nos fuimos a casa. ¡Cuando llegamos a casa encontré mi ramo y muchas flores! Qué sorpresa me llevé, mis suegros habían mandado dos centros de mesa en blanco y naranja super bonitos... Hasta ahí perfeto, pero cuando vi mi ramo, se me puso una mala leche que no veáis, porque, aunque era bonito, no era lo que yo había pedido exactamente, yo quería un ramo con muchas calas naranjas y algunas rosas blancas y, para mí disgusto, tenía más rosas blancas que calas y bueno, me fastidió bastante...

Mi hermana y madre aún no habían llegado de la peluquería y eran casi las 14:00 de la tarde, a eso que me llama mi suegra y me dice que viene ya la maquilladora, y nosotros sin comer. Menos mal que no tardó mucho en venir mi madre, nos hicimos una ensalada, un yogur y punto, porque hambre no había mucha.

Llegó la maquilladora y me dice bueno, ¿con quién empiezo? Y le digo, ¡pues conmigo! Pero tenía que ponerme las lentillas, así que me voy a ponerlas, y tuve un problema con una de ellas así que le tocó empezar con mi hermana...

Cuando terminó empezó conmigo, y antes de que terminara, me llama mi novio y me dice, que el fotógrafo ya va para allí (Joaquín Corbalán)… Así que mi hermana, que ya estaba maquillada se vistió, yo aún estaba en maquillaje y mi madre le faltaba maquillarse...

Vino Joaquín, me hizo alguna foto acabando de maquillarme y se fue por la casa a hacer fotos. Cuando terminé de maquillarme, le tocó el turno a mi madre, así que ahí el fotógrafo aprovechó para hacerme fotos en casa, con mi hermana, pero yo todavía sin vestir, mi padre en el sofá. etc. Cuando se acercaban las 19.00h, me dice, vístete ya, porque tengo que ir al sitio del convite antes de que llegues.

Así que como a las 19.00h llegaba mi amiga, entre mi amiga y mi hermana me ayudaron a ponerme el vestido, me pongo las medias, el cancán, y me meto el vestido y cuando van a abrocharlo, ¡que no podían! ¡A mí casi me da un pasmo! ¿Cómo que no podéis atarlo? Les pregunté, y ellas intentando atármelo, ponte así, asá... ¡Hasta que por fin sube la cremallera, madre mía! Creía que iba a explotar (por desgracia me había bajado la regla ese jueves y claro, estaba algo hinchada).

Me hice unas cuantas fotos, y mientras toda mi familia estaba bajo esperando a que saliera...

Cerca de las 19:30 bajé y allí estaban todos, sonó una traca, que para mí fue sorpresa total, porque no me esperaba, subí al coche, y nos fuimos de camino a Aguas Vivas...

Tuvimos que ir despacio, porque llevamos detrás a 5 coches que no sabían llegar y que me seguían a mí, aún así, la ceremonia era a las 20:00 y yo a las 19:50 ya estaba allí, ¡fui más que puntual!

Se me hizo eterno esos 10 minutos en el coche, esperando que subieran todos los invitados y se sentaran.

¡Cuando me dijeron, salí del coche, qué emoción! Pusieron mi canción y casi me pongo a llorar, me entró un sentimiento enorme, pero me controlé bien, eso sí no sé qué pasaba que me iba pisando la parte de delante del vestido todo el rato... ¡Vaya estrés! ¡Unos andares que llevaba!

Cuando llegué a la alfombra roja y andé un poco, veo a mis vecinos y vaya sorpresa, porque en principio no iban a venir a la boda, así que no los esperaba, nadie me dijo nada, así que cuando los vi allí, qué alegría, ¡fue la primera sorpresa de la noche!

Llegué donde estaba mi novio, que iba muy guapo y la ceremonia fue perfecta, cortita, pero preciosa. ¡Al acabar de firmar y ponernos los anillos, nos dimos la vuelta y empezó a caer toneladas de arroz y cintas de colores, el arroz me entró por todas partes! Fueron 5 kilos de arroz.

Saludamos a todos los invitados y nos fuimos a hacernos las fotos allí mismo, por los jardines, mientras los invitados daban buen pago del cóctel… Creo que las fotos fueron 30 minutos y luego nos unimos a ellos, nos hicimos fotos en grupo y por fin llegó el momento de entrar en el salón.

Nos pusieron la canción que habíamos elegido, entramos, brindamos y nos dirigimos a la mesa presidencial... ¡Y todo el mundo aplaudiendo, fue muy chulo!

Sacaron el primer plato, de pescado, y se acercó la chica que estaba con nosotros y nos dijo "los ramos los vais a dar entre plato y plato", así que cuando acabamos con el pescado, nos levantamos, sonó la música y nos fuimos a dar el primer ramo a mi cuñada, ¡que no se lo esperaba y se emocionó muchísimo!

Cuando acabamos la carne, volvió a sonar la música, Queen, en este caso, y el ramo le tocó a mi hermana, que tampoco se lo esperaba, ¡ale a llorar!

Y, por último, cuando sirvieron el postre, nos escabullimos por un lado del salón y entramos con unos ramos para las yayas y otros para las mamis, con música de Il Divo, segunda vez que me emocioné...

Después de esto tocó momento tarta, salió, nos levantamos y me dieron a mí el cuchillo, la vedad es que no sabía qué hacer con él, pensaba que se lo iban a dar al novio no a mí, así que me pilló un poco desprevenida, pero bueno, corté un trozo de tarta y se la di a Dani, foto por aquí y por allá y a la mesa.

También mi hermana desfiló por el salón con una caja, porque nos hizo unos fofuchos novios superbonitos, así que me los dio en ese momento (y la pobre se los había dejado en casa, así que durante e coctel se fue a buscarlos).

Y se acercó el momento del baile, que ni habíamos ensayado ni nada, y la verdad es que se notó que bailar no es lo nuestro, madre mía, qué baile más chungo, creo que no duramos ni toda la canción, pero es que a mí eso de bailar en pareja y no ser yo la que dirige, lo llevo fatal. Acabamos como pudimos y empezó la barra libre y discomóvil.

Pusimos una mesa con chuches, unas chapas y unos broches que había hecho yo, pues no veáis cómo se tiró la gente a coger las chapas, ¡tuvieron un éxito! Tampoco sobraron ni un broche de los míos, y las chuches fueron también un éxito, aunque sobraron, porque nos pasamos al comprar....

¡Así que bailando bailando, en un momento determinado, Dani viene y me dice, sal a la terraza, así que salgo y segunda sorpresa! ¡Había contratado con el fotógrafo, un photoboth y no me había dicho nada! Madre mía cuando lo vi, me puse supercontenta y ya veis a toda la gente cogiendo sombreros, máscaras, pelucas y de todo, para hacer fotos divertidas, ¡me lo pasé pipa!

A mitad noche perdí la liga que me había dejado una amiga, y menos mal que la encontraron porque no me enteré de cuándo la había perdido, es que llevé dos, ¡una en cada pierna!

Conforme iba pasando la noche, la gente mayor, yayas, tíos y demás se fueron y solos nos quedamos los amigos...

Nos pusieron la canción del caballo y todos bailándola en círculo, fue superdivertido, porque allí nadie se acordaba muy bien de los pasos y casi que improvisamos...

Sacaron resopón de dulce y salado y la verdad es no lo probé, la verdad es que esa noche no cene mucho, no tuve mucha hambre…

Y cuando ya sonó la última canción, se pusieron todos los amigos en círculo con los brazos hacia arriba y nosotros dentro y fue superbonito....

La verdad es que salió todo perfecto, no hubo contratiempos, el tiempo cuando ya estábamos casándonos, mejoró, se despejó y refresco, así que hasta eso fue prefecto...

¡Yo lo disfruté todo mucho y me lo pasé como en mi vida, así que me quedo con un recuerdo de ese día fabuloso!