La boda de Pablo y Leyre en Vitoria-gasteiz, Álava

Me monté en el hummer (capricho de mi chico) y me di cuenta de que me había olvidado las lentillas, ¡horror! Mi hermana subió corriendo a casa y en el coche me las puse como buenamente pude,

Una vez llegado al destino, la iglesia de San Miguel, me invadió un sentimiento de felicidad, por fin iba a subir las escaleras que tantas veces había imaginado. Una vez en el interior, al escuchar las primeras notas del canon de Pachelbel, le vi. Ahí estaba él esperándome, guapísimo y sonriente. Toda la misa fue preciosa.

Posteriormente celebramos nuestro cóctel y banquete en el restaurante Andere. Puesto que el día de la boda era mi cumpleaños también, mi chico preparó una sorpresa y, delante de nuestros invitados, leyó un discurso muy emotivo y después sacaron una gran tarta con forma de castillo de princesas. Me emocioné mucho.

Después del primer baile, cambié mi vestido de Aire Barcelona por uno rojo de Pronovias que gustó mucho, tanto a los más jóvenes como a los mayores.

Finalmente, fuimos al down street a celebrar nuestra recena y más tarde a la suite con jacuzzi del Gran Hotel Lakua, cortesía de nuestros amigos, ¡donde pudimos celebrar una fantástica primera noche como marido y mujer!