La boda de Omar y Kiara en Las Palmas De Gran Canaria, Las Palmas
De noche Verano Verde 10 profesionales
O&K
25 Jun, 2016El día de nuestra boda
Para empezar, ese día amaneció bastante tranquilo (contra todo pronóstico). Recuerdo que estuvimos haciendo varias cosas como otro día normal, hasta que cogimos a los niños y nos fuimos en dirección al hotel. Sobre la hora de comer, decidimos salir al centro comercial que hay al lado para comer algo rápido ya que Kiara había quedado en la habitación con el peluquero sobre las 15 horas.
¿Cual fue nuestra sorpresa cuando llegamos al centro comercial?, que todos los sitios para comer estaban a reventar de gente y se nos echaba el tiempo encima, (comienzan los nervios). Visto el panorama, decidimos que ella se marchara a la habitación para ir bañándose y yo compraba la comida y comíamos en la habitación antes de que el chico llegara.
Efectivamente así fue, compro la comida, llego a la habitación y empezamos a comer. No habían pasado 5 minutos de empezar a comer y suena el timbre de la puerta, (el peluquero). Ya con un par de mordiscos a la comida me tengo que ir de la habitación para otra (allí molesto).
Seguir leyendo »Sin darme cuenta, me pongo de un lado para otro y cuando me percato son las 17 horas y no he hecho nada (salgo hacia la iglesia a las 19:15 horas), ya me empiezo a poner negro.
Cuando decido meterme en la ducha para relajarme un poco bajo el agua, tocan la puerta, los chicos del vídeo que venían a grabar conmigo, por lo que no me ducho, coloco mi uniforme en una percha colgado en el salón, me peino y me pongo a su disposición para grabar. Cuando antes de empezar abro la nevera del minibar para coger una botella de agua, oigo: “madre mía no me lo puedo creer se me acaba de rajar el pantalón, (no por gordo, sino porque no lo reforzaron bien). Bueno que me seco el sudor y aguantó como un campeón toda la sesión de vídeo sin que se notara la rotura.
Cuando los chicos se van, me quito el pantalón y me siento en el sillón y se me empiezan a caer las lágrimas pensando en qué he hecho yo para que me pase esto a mí. En esos instantes entra mi cuñada, ve la situación y se lleva el pantalón a otra habitación en la que una tía de Kiara siempre lleva un kit de costura y lo arregló a la perfección.
Mientras todo eso sucedía decido levantar el ánimo y meterme en el baño y darme esa ducha (ya de agua fría) y comenzar a espabilar puesto que ya eran las 18:15 horas y salía en una hora.
Bueno, tras la ducha, salgo con las pilas cargadas, retomando las riendas de la situación y pensando que después de eso ya nada podía salir mal porque estaba todo estudiado minuciosamente. Así fue, mi cuñada llega con el maravilloso pantalón, me lo pongo, lo pongo a prueba y todo perfecto. Para terminar de vestirme una vez engominado decido ponerme la guerrera del uniforme, el cual lleva siente botones exteriores y uno interior y cuando voy a enganchar el interior (que es el más importante), se suelta (si tenía que pasar algo más, está claro). Sin tiempo de reacción cojo el botón y dejándome la vista lo engancho y le hago unos siete nudos, (este ya no se suelta en la vida). Ya está, perfectamente uniformado para salir, ya son las 19:15 horas y llego tarde.
Mientras voy bajando con la madrina hacia la recepción para posteriormente coger el coche que nos lleve a la iglesia (un biplaza, conducido por mi), nos dicen que la novia la tienen retenida hasta que nosotros nos marcháramos ya que íbamos a salir con diferencia de 10 minutos y casi coincidimos.
Cogemos el coche y nos vamos pensando (solo falta que se pinche una rueda), a lo que cuando me entero la novia estaba con varias personas más bebiéndose un par de chupitos en el bar del hotel para apaciguar los nervios.
Sin más demora llegamos a la iglesia y gracias a Dios todo sale perfecto, ahora eso si en el momento que la veo en la puerta, comienza a caminar y ya logramos cruzarnos las miradas, rompemos a llorar y yo diciendo (control Omar que las rodillas te tiemblan). A la salida todo como estaba previsto, nuestro precioso pasillo de sables y el coro rociero cantándonos un par de canciones de despedida, momento en el que los sentimientos afloran más, debido a las canciones y ya no somos los únicos en llorar.
Tras las cuatro fotos de rigor en la puerta de la iglesia, nos marchamos hacia el hotel para llegar al cóctel de bienvenida con los invitados. Una vez terminado, mientras todos pasan al salón, se encienden unos focos de color celestes que nos indica cual es la mesa presidencial.
De la cena poco he de decir ya que todo estaba espectacular, cantidad de comida y demás, aparte de una tarta riquísima. La única pega que nos comentaron fue sobre la tardanza en sacar algunos platos en la cena, lo cual se ralentizó todo un poco (pero bastante llevadero).
Una vez termino la cena, reparto de regalos y fotos con todas las mesas, se proyectó un video de los dos en el cual detallamos por encima aspectos de cada uno (sin que el otro lo hubiera escuchado hasta entonces) y os podéis imaginar, ya los sentimientos desgarraban la piel y todo el mundo llorábamos, por momentos de alegría y por momentos de tristeza y recuerdos de los que ya no están.
Una vez finalizada la proyección, pasamos al baile de los novios, en el que dejamos al personal con la boca abierta haciendo una coreografía de una bachata (tatuaje), la cual un amigo nos enseñó a bailar. Una vez acabado el baile, montamos un flashmoob en el cual nos habían metido sin saber nosotros nada, hacia dos días. Para mi gusto salió bastante bien para el poco tiempo de ensayo y la gente se quedó bastante contenta con él.
Bueno, ahora sí, todo el mundo a bailar y a beber que queda noche. No, no, espera, ¿qué suena por la puerta? Sorpresón para Kiara, está entrando la banda Guayedra con la música de la rama de Agaete. La gente según escuchaba la música (no lo sabía nadie), saltaba de la silla, cayéndose al suelo las mismas y comenzaron a bailar, flipando, como diciendo "Esto que es". Los más viejos y los no tan viejos lloraban, recordando cómo se reunían todos antiguamente en dicha localidad para celebrar la fiesta mientras niños de esa época como Kiara correteaban por allí y disfrutaban también de la misma. La familia de Kiara al completo ya no les quedaba más lágrimas que derramar. Un mes y medio después Kiara todavía me dice "vaya sorpresa lo de la banda, fue increíble".
Ahora sí, ya todos a bailar, beber y disfrutar de lo que queda de noche. Momentos de bailar con unos, con otros, hablar por aquí y por allá y sobre todo beber. Mientras también para todo el que quisiera tanto solos, como con nosotros, se podían sacar fotografías en el fotomatón, llevarse una copia y pegar otra en el libro de recuerdo y escribir unas palabras. (que me reí y me rio leyendo las dedicatorias).
Ya sobre las 4:30 horas, después de tanto ajetreo decidimos ir poco a poco, poniendo fin a la fiesta, momento que el Dj a su improvisación, nos pone el flasmoob del principio y comenzamos a bailarlo, no solo los que nos lo sabíamos sino todo aquel que quedaba allí, solo faltaban los camareros. Una vez terminado el mismo decidimos cortar con la música para poco a poco ir retirándonos a las habitaciones.
Como si de una reunión de amigos se tratase y cual botellón de parque, allí nos quedamos los que terminamos la fiesta, hablando y sacándonos fotos y sobre todo comiéndonos la recena, hasta que decidimos no molestar más e irnos.
Como ya eran casi las 6 de la mañana y no teníamos agua en la habitación, Kiara y yo decidimos ir a la gasolinera de al lado de hotel a comprar agua con nuestros preciosos trajes, a lo que el chico de la gasolinera nos miraba como diciendo "de qué carnavales salieron estos".
Ya de vuelta en el hotel y de camino a nuestra suite, nos encontramos con un amigo de mi trabajo el cual estaba descalzo, dando vueltas por los pasillos de las habitaciones buscando la suya, a lo que le pregunto: "Alex qué te pasa", y me dice que es que no encuentra su habitación ya que ha probado la llave en todas las habitaciones y ninguna abre. Kiara y yo nos tiramos al suelo de la risa porque no nos podíamos creer la situación que estábamos viviendo. A todo esto, bajo a recepción y le pregunto al recepcionista si me puede decir la habitación del chico para que pudiera irse a dormir. Una vez me lo dice subo y le digo si quiere que lo acompañemos a la habitación y nos dice que no hace falta, que va solo y que nos quiere muchísimo a los dos, qué grande eres Alex, lo demás ya lo sabes.
Finalizada la labor con Alex, nos vamos a la habitación y cual ritual de antaño, cojo a mi mujer en peso y entramos en la habitación. Ah, antes de acostarnos, nos tuvimos que quitar el kilo y medio de arroz que llevábamos en la cabeza (se pasaron). Y a partir de ahí a dormir.
Bueno, pues este es el relato de nuestra boda contada por el novio. Como experiencia, la volvería a repetir ya que ese día se hace muy muy muy corto y casi no te das cuenta.
P.D: Si sucedió algo en la habitación de Kiara, que lo cuente ella ya que no lo sé porque no pude estar allí. Te quiero vida y lo sabes.
Agradecimientos:
Familia, amigos, proveedores y en especial a Begoña del hotel, a Noelia de Sonorite, a Jorge de Estudios J y a mi amigo Alex (maquina, gracias por ser transparente).
Ah y a mi mujer, por darme la vida que me ha dado desde hace 12 años.
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