La boda de Nilo y Vero en Odena, Barcelona

El día de nuestra boda

El día antes de la boda está lloviendo a cántaros y mi novio (actual marido) y yo nos empezamos a preocupar porque todo se celebraba en el exterior, pero mi niño, ese mismo día, realizó un espectacular letrero (ver la foto destacada) el cual me hizo ver que daba igual si llovía o no, ya que iba a hacer un sueño realidad.

Afortunadamente no llovió, hizo un día espectacular, salió todo tal y como lo teníamos planeado. Lo único que no tenía planeado es que pasara tan rápido. Todo el mundo te dice que ese día pasa volando pero hasta que no estás viviéndolo no te das cuenta de cuanto de rápido pasa. Impresionante. Desde las 3 que vino la fotógrafa a casa hasta las 9 que nos sentamos a cenar yo creo que estuve en una nube. Ese día no comes, no te duele nada, no hace frío ni calor,… impresionante, totalmente increíble.

Un consejo: Pensad todas las fotos que queréis haceros. Lo digo porque yo vivo en una casa de dos plantas y la segunda planta es muy extraña, así que mi familia se quedó abajo y claro, con los nervios no me hice todas las fotos que me hubieran gustado con mis padres y hermanos, ya que solo pensaba que no quería llegar tarde al restaurante. Pero bueno, esto son cosas de los nervios supongo.