La boda de Natalia y Felix en Moral De Calatrava, Ciudad Real

El día de nuestra boda

Fue un día superespecial y emocionante, desde el primer momento que me levanté de la cama ya tenía las mariposillas en el estómago de los nervios y eso que la boda era por la tarde jajajajaja. Ese día Natalia estaba en casa de sus padres y yo en la de los míos, y cuando terminamos de comer ahí sí que empezaron los nervios de verdad, ya que el fotógrafo venía a casa a las 16:30.

Cuando escuché el timbre de la puerta y me acerqué a abrir me temblaban las manos jajaja. Abrí y eran ellos, los fotógrafos. Subimos a la habitación y ya una vez que empezamos a vestirme y a hacernos fotos fue superemocionante, la verdad, y justo en ese momento se me olvidaron los nervios y disfruté muchísimo de las fotos con amigos y familiares en casa.

Cuando llegamos al salón, ya que nuestra boda fue civil y nos casamos en el salón, como es tradición, la novia se hizo esperar y cómo no volvieron esas mariposillas al estómago, y una vez que llegó y la vi entrar con el coro rociero cantando de fondo, eso sí que me causó emoción al verla tan guapísima. Ya cuando terminó la ceremonia nos hicimos poquitas fotos, ya que queríamos disfrutar de la boda y de estar con los invitados también en el cóctel, y a partir de ese momento parece que nos trasportamos en el tiempo porque se pasó la noche superrápido y cuando menos nos quisimos dar cuenta estábamos de vuelta a casa.