La boda de Nacho y Ema en Algeciras, Cádiz

De camino a la iglesia se ponen en contacto con mi amigo, que es el que me llevaba en coche, avisando de que en la iglesia no había nadie, aún ni había llegado el novio. Eran las 6 menos 5. ¡Me quería morir! Tuvimos que hacer tiempo parando en un kiosco y dando varias vueltas con el coche hasta que avisaran de que había llegado. El novio llegando más tarde que la novia, estaba alucinando.

Cuando por fin llegamos estaban ya todos dentro menos algunos que no entraron, se formó un barullo en el pasillo (que ya de por sí era pequeño) y la fotógrafa apenas pudo hacerme fotos porque las madres de mis pajes iban a los lados de los niños y era imposible verme a mí. Así que apenas tengo fotos de ese momento. El novio estaba espectacular, por supuesto. Cuando llegó al altar habían quitado el sitio de mi familia que estaba reservado y se habían sentado los pajes con las madres, así que tuve que pedir que se quitaran que ahí iba mi familia (porque a mi familia no le hicieron caso cuando se lo dijeron).

La misa fue muy agradable y con risas y constantemente con mi novio sin parar de mirarnos ¡y me encantó!

La salida de la iglesia nos dimos cuenta una vez q habíamos salido y nos montamos en el coche (después del arroz y saludar a todos) que no nos habíamos hecho fotos con la familia en la iglesia.

Sinceramente pensamos que esto es error de la fotógrafa porque ella debería haber estado pendiente de su trabajo, al igual que en la finca no nos hizo fotos con los amigos ni familia en el cóctel.

La cena fue perfecta, la entrada, la música que la había escogido yo canción por canción y fue todo un triunfo. Durante la cena hicimos un concurso de baile de mesas con premio incluido a las dos mejores mesas ¡y fue todo un éxito! Lo pasamos genial y todos la liaron grande en cada mesa. Fue todo un espectáculo y ya desde ahí estábamos todos ambientados y con ganas de empezar la fiesta.

Le hice un vídeo sorpresa de nuestra historia, que le encantó a todo el mundo, les dimos unos regalos a nuestras madres y nuestras hermanas participaron, fue muy bonito y les encantó también a todos. Los detalles fueron todo un éxito y pasamos al baile. Lo llevábamos super ensayado pero nos pusieron una versión más corta de nuestra canción así que nos perdimos y tuvimos que reenganchar como pudimos, pero salió más o menos bien. Ya abrimos la barra libre y es el trozo que menos recuerdo, no porque bebiera, porque yo no bebo, sino porque se pasó rapidísimo, apenas vi a mi marido, la gente no paró de llamarme para ir de un sitio a otro y además pusimos un fotobook que fue todo un éxito y lo disfrutamos mucho. Llevábamos mesa dulce y después recena y sobró muchísima comida, pero mejor así, que no queríamos que faltara. En general fue un día perfecto, quitando los nervios del principio y los fallos que pienso que tuvo la fotógrafa, que ya veré también cuando vaya a ver las fotos que hizo a ver qué ha salido.

¡Y el viaje, ni os cuento! ¡Una auténtica pasada! Ya estoy deseando hacerme el postboda y lucir de nuevo mi traje. Os dejo algunas fotos. Y chicas, todo merece la pena, cada esfuerzo que hacemos merece la pena aunque solo sean para unas horas. Ese día es super especial y se recuerda con mucho mucho amor. Ojalá tengáis una boda muy muy bonita y con mis fallos tengáis para aprender de mis errores. Dejar claro con la fotógrafa lo que queráis antes de la boda.