La boda de Miguel Angel y Lourdes en Sevilla, Sevilla

El día de nuestra boda

Fue un día genial, aunque nada especial. Me levanto sobre las 8:30 horas con dolor de cabeza, una faena. Tal y como transcurre la mañana se me va aliviando, así que voy a la esteticista para dar la última capa de brillo a mis uñas. Voy con mi sobrina a buscar mí vestido a casa de mi hermana y de paso dejo a mi hijo allí, que son ellos quienes llevan a los niños hasta la iglesia y recojo a mi madre que se viene conmigo a mi casa.

Después de almorzar, sobre las 16 horas, empezamos a arreglarnos, mi cuñada -mi peluquera- me peina y maquilla, mientras tanto esperamos a mi sobrina que viene de camino. Soy de Badajoz y mi familia reside allí. No llega. Una vez maquillada llega la hora de vestirse, hay que salir sobre las 17:30 horas de casa para llegar a la iglesia. Acabo de vestirme a las 17 horas y mientras tanto están el padrino -mi hermano mayor- y mi chófer –sobrino- muy nervioso chillando por el pasillo porque no les da tiempo.

Salgo de casa y está medio edificio haciéndome fotos en la calle, parecía una famosa con los periodistas detrás. Salgo de camino y llego a la iglesia 20 minutos antes de la hora y que toda mi familia, por lo que nos paramos en la plaza de detrás hasta que lleguen. Yo llego a la iglesia a la hora exacta, 18:30 horas. Llega la hora de entrar y… Los niños no han llegado, mi hermano, que no es de Sevilla, se ha perdido, ¡qué desastre! Hago tiempo durante 10 minutos por si llegan, pero al final entro. Comienza la ceremonia.