La boda de Miguel Ángel y Diana en Valencia, Valencia

El día de nuestra boda

Todo un sueño hecho realidad.

La verdad es que el día fue muy tranquilo hasta las 15 horas que me puse las pilas y fui a la peluquería, a partir de ahí ya fue un caos. Prisas, nervios, gente por casa, el fotógrafo corriendo por la casa evitando a los perros que no paraban de ladrarle. En fin, ese momento fue un poco estresante la verdad, pero fue llegar al momento de la boda, bajar del coche, mirarnos mi padre y yo con una mirada que nunca olvidaré y todo fue maravilloso.

Ahí estaba el amor de mi vida esperándome con una mirada llena de emoción e ilusión y rodeado de gente maravillosa, demostrándonos todo el cariño y amor que nos tienen.

Nunca olvidaré esa sensación de plenitud. Un día para no olvidar, el comienzo de nuestra vida en común.