La boda de Michael y Myriam en San Pedro Del Pinatar, Murcia

El día de nuestra boda

La mañana de la boda comenzó de forma atípica porque llovía a cántaros y aquí no suele llover y cuando dice de llover chispea barro y para. Pero bueno... Preocupada es poco, porque nuestra ceremonia era en una terraza y había lluvia y viento, aunque fuese por la tarde había que preparar y fueron mis padres.

Estuve la mañana en casa tomando tilas, con música y hablando con mi madre con el tema del restaurante. Fue una boda civil. Mi pareja se fue por la mañana y estuvimos hablando por mensaje, aunque no lo creáis estábamos deseando vernos uno al otro. Fui a la peluquería superarropada y poniéndome más nerviosa, ya que en la peluquería familiar estaban principalmente invitadas y familia mía, aunque en mi pueblo había 6 bodas. Me vi superguapa y llegó el momento de fotografías, vestirme, etc. Me veía muy guapa, me parecía todo un sueño.

Fuimos a la ceremonia y todo muy emocionante, la gente guapísima, yo llorando desde que comenzó a hablar la maestra de ceremonias. Fue precioso con muchos nervios. La sesión de fotos que hicimos después fue muy bonita y anecdótica porque había barro y charcos (fue un show), muy gracioso. El banquete fue todo a pedir de boca gracias al gerente, el metre, los camareros, pastelería, los fotógrafos, etc. Fue todo un acierto y un sueño hecho realidad. Luego la tarta, el baile, el grupo de música y la barra libre hasta que nosotros quisimos y aguantamos, y lo mejor o peor es que se me pasó todo muy rápido a pesar de que eran las 7 de la mañana.