La boda de Merçe y Albert en Sant Cugat Del Valles, Barcelona
Rústicas Invierno Rojo
M&A
21 Dic, 2013El día de nuestra boda
Nuestra boda fue realmente especial, muy emotiva y muy muy diferente, sobre todo el final de la misma, fue inesperado y divertidisimo.
El principio fue espectacular, Albert salió antes que yo de casa con su hermano y yo me quedé para acabar de arreglarme y salir de casa con mi hijo mayor en su coche. Al llegar al ayuntamiento Albert estaba allí esperando, tan guapo... Todos los invitados estaban ya dentro y la organizadora del ayuntamiento nos dijo que esperásemos unos minutos antes de entrar y aprovechamos para estar los dos solos unos minutos.
La gran sorpresa fue al entrar en el ayuntamiento, mi amigo del alma Gerard, más que amigo hermano y su pareja Xavi, son cantantes en un grupo de mucho nombre y sin que yo supiera nada, ellos habían preparado todo (piano, micros equipo de sonido, etc.) para cantar ellos las canciones que había elegido yo para la ceremonia.
Como digo de entrada, mi boda no era muy típica y los temas eran, para la entrada Paraules d’amor de Joan Manuel Serrat, para la entrega de alianzas Que tinguem sort de Lluis Llach y para la firma de los testigos, Si vens del grupo Ja t'ho diré. Fue increíble al entrar empezar a oír los acordes de la maravillosa canción de Serrat en directo y oír la potente voz de Xavi cantarla allí para todos nosotros , así que nada más entrar ya me emocioné tanto que como no, con lo llorona que soy, las lágrimas se me saltaron. Luego la ceremonia prosiguió, y en el momento de leer los votos me emocioné otra vez tanto que no me salían las palabras. Los anillos los llevo mi hijo ¨pequeño¨, entrecomillo porque es el peque pero tiene 14 años. Fue muy bonito verlo venir tan guapo con los anillos hacia nosotros, estaba súper nervioso pobrecillo. La regidora que nos casó fue fantástica, hizo una boda muy muy personalizada y muy bonita, parecía que nos conociera de toda la vida. Luego ya antes de finalizar Gerard nos regaló los oídos con una poesía escrita por él, en tono de humor, muy divertida que sirvió para recuperarnos de tanta emoción y reírnos todos, incluida la regidora. Al final, Gerard nos cantó la canción La Mare, de Dyango para homenajear a todas las madres que estábamos allí presentes.
Seguir leyendo »Vamos, la primera parte de la boda salió genial, luego fuimos al restaurante a comer, todo el mundo estaba muy contento y todo salió a la perfección. Otra vez digo que no era una boda al uso, así que nosotros escogimos un restaurante en plan familiar que hay en la floresta, el restaurante Rancho El Paso, donde lejos de los típicos menús de boda, era todo en plan súper sencillo pero abundante. En plan picoteo de primeros y picoteo variado de segundos, un montón de comida buenísima y todo el mundo encantado. Después la tarta, que estaba buenísima, y después ya vinieron los regalos a familiares y amigos. A Gerard y Xavi les había hecho dos fofuchas que éramos Albert y yo de novios, les encantó el regalo. Luego hice fofuchas para mis cuñadas y mi suegra, cartas personalizadas para los chicos, tartas de chuches para los niños y para las chicas pequeños ramitos de flores hechos de papel. Además del regalito que llevaba un atomizador de perfume y un bolígrafo y un cd con un vídeo hecho por nosotros dos con los mejores momentos de nuestras vidas donde todos los invitados salían en algún momento.
Mi ramo de novia lo sorteé y le tocó a mi gran amiga Ana, lo cual me alegro muchísimo y estuvimos en el restaurante riendo y charlando hasta tardecito, como siguiendo con mi neura de boda fuera de lo normal, no me apetecía el rollo baile etc., adivinad donde fuimos después jaja. Acabamos en el Parc Vallès de Terrassa, una zona de ocio de Terrassa donde hay zona de bolera, dardos, maquinitas etc, etc. Acabamos jugando a bolos bailando en las maquinitas, jugando a dardos subiendo a un simulador, jugando al billar y al futbolín, etc, etc. Fue divertidísimo, la gente alucinaba de ver toda la ´comitiva nupcial ¨y los novios con los zapatos de la bolera y jugando billar, los invitados que nos acompañaban disfrutaron muchísimo y continuamente decían que era la boda más original a la que habían ido. Yo me reí como nunca y Albert disfrutó como un crío.
Acabamos cenando en un Viena jajaja vaya pintas, y así aguantamos hasta bien entrada la madrugada. Luego ya nos fuimos a casa con el recuerdo de un día inolvidable y fantástico, uno de los mejores días de mi vida, eso seguro.
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