La boda de Mark y Laura en Avinyo, Barcelona

Continuamos con la música, Xevifestes y Pep Poblet, de la fotografía se encargó Edu y de la decoración y arte floral Mercè de Florentium.

Empezamos el 2016 con las manualidades, tenía claro que quería hacer parte de los detalles, decoración y seating plan, así que en enero empecé con todo ello. Reconozco que me lo pasé en grande.

Mi vestido me lo hicieron a medida. Una prima de Mark es diseñadora, así que ella fue quién me hizo el vestido. Romántico, simple, elegante y sobretodo nada ostentoso. Mark se vistió con un traje de moda italiana.

El 28 de mayo, el gran día, yo estaba muy tranquila, hasta el punto que me sorprendía de mi misma. Al mediodía llegamos al hotel donde nos alojamos, yo en nuestra habitación y Mark en la habitación de sus padres. Empezaron a peinarme, maquillarme y a vestirme. A las 05:45 salía del hotel, Mark ya estaba en Abadal con el resto de invitados. Fue en ese momento cuando me puse un poco nerviosa, el cielo estaba muy oscuro... ¡qué rabia!, no quiero que llueva. Ese fue mi pensamiento, pero enseguida se me pasó.

Llegamos a la bodega, Anna nos recibió, todo el mundo ya estaba sentado, así que cogí la mano de mi madre y entramos juntas. Estaba feliz de ver a toda mi gente allí sentada, además mis primas tocando el piano, el violín y el violonchelo. Mark en el altar, echándome fotos, ¿qué novio coge el móvil el día de su boda? Mi tío, al lado, fue él quien nos casó. Fue una ceremonia muy bonita, donde participó familia y amigos. La sorpresa para los invitados fue cuando nuestra perrita Swelen nos trajo los anillos. Qué preciosa iba con su lazo igual que mi vestido. Fue una ceremonia preciosa, llena de emociones y sentimientos.

No podíamos dejar la oportunidad de recorrer los viñedos, así que aprovechamos mientras empezaba el aperitivo para hacernos una sesión de fotos. No fue muy larga, pues queríamos disfrutar del momento con los nuestros. Fue en el aperitivo donde nos echamos fotos con los invitados y dónde vivimos un momento muy tierno, entregamos un ramo a mi abuela, pobrecita como se emocionó, es la única abuela que nos queda.

Hacia las nueve empezaron a entrar a la sala donde hicimos la cena, yo aproveche para probar el jamón, que aún no había comido nada.

Entramos en la sala de la cena e hicimos la entrega de regalo a los padres, una foto en la misma bodega que nos hicimos en otoño. Continuamos con la cena y el postre, un bufete de postres que dejó sin palabras a más de uno, que salió a ritmo de saxo, con una maravillosa actuación de Pep Poblet. Pasada la cena hicimos entrega de dos novios y de una copia de mi ramo, ya que mi ramo fue para mi padre, que murió hace 12 años, pero que siempre lo llevaré en mi corazón.

Las sorpresas vinieron más tarde, cuando la familia nos hizo varios videos. ¡Qué risa! Y finalmente empezó el baile, con Bon Jovi y Bed of Roses en versión saxo.

No tenemos palabras para definirlo, fue un día magnifico. Es un lujo tener esta familia y estos amigos. Y, sin duda, también agradecer al equipo de Bodega Abadal, Grup To+, Xevifestes, Pep Poblet, Florentium, Anna, Eli a Ramir y todos los profesionales que nos han ayudado.

Yo era muy reacia a casarme y con los ojos cerrados lo volvería hacer.