La boda de María y Laura en Sonseca, Toledo
Al aire libre Verano Verde 9 profesionales
M&L
07 Ago, 2021El día de nuestra boda
Después de casi tres años esperando para poder casarnos, con una pandemia mundial de por medio, las emociones bailando entre el lo hacemos o esperamos... Llega el gran día, y todo sale bien aunque nada salga como tú esperabas. Todo sale mejor que bien porque estás al lado de tu familia por fin, de tus amigas que son la familia elegida, al lado de tu amor... De esa persona que has cogido de la mano para que te acompañe en el resto de tu vida. Y los nervios te invaden y sabes que está todo organizado, porque cuentas con la ayuda de todos los proveedores que son unos buenísimos profesionales, pero se te van a olvidar cosas porque es lo más normal del mundo... Pero no pasa nada... Porque lo más importante, ya lo tienes. Y es el saber que te vas a casar con la persona que amas, que este es un día maravilloso para celebrar el amor y disfrutar de tu familia.
Los preparativos, esas horas antes del "sí, quiero", son los más “duros” porque los disfrutas, pero es un vendaval de nervios, te sube del estómago a la garganta, es emoción. Pero tienes la suerte de que te acompaña tu madre, tu hermano... Tus amigas que te ayudan con todo... Y así los nervios van cogiendo otro color.
Seguir leyendo »Cuando vas de camino al sitio elegido para encontrarte con tu mitad, el tiempo se detiene, aunque vayas tarde, no es que pase lento o rápido, es que el corazón te va a mil por hora porque deseas llegar. Y el momento de bajarte del coche, caminar de la mano de tu madre que sabes que no va a dejar que te caigas y llegar a ver todo tu mundo que te espera con lágrimas en los ojos y los sientes cómo aplauden, cómo se emocionan, cómo gritan “viva la novia” y esos nervios empiezan a caminar hacia tus ojos... Pero es el momento en el que la ves a ella, a tu persona favorita, caminar hacia ti, sabiendo que este es el día más feliz de tu vida porque lo vives con ella. Ese es el preciso momento en el que los nervios brotan por tus mejillas y la sonrisa permanente se dibuja en tu cara, y entonces ya puedes disfrutar del resto de tu boda solo eso, solo disfrutar porque ya sabes que todo saldrá bien.
Abrazas, besas, bailas, bebes junto a los tuyos. Flores, confeti, risas, llantos, más bailes y más besos. No se puede describir en una página lo que se siente en el día de tu boda. Pasa tan deprisa que parece un abrir y cerrar de ojos, un sueño.
Damos gracias a todos los proveedores que teníamos que lo hicieron todo tan fácil, y a nuestro fotógrafo y videógrafo porque gracias a ellos volvemos a revivir todas estas emociones.
Sí quiero volver a casarme contigo.
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