La boda de Marcos y Mamen en Madrid, Madrid

La sesión de fotos fue algo caótica ya que, por consejo del fotógrafo, por temas de aparcar los coches en el Palacio Real, decidimos buscar un sitio improvisado ese mismo día, cosa que no aconsejo en absoluto. Genera tensión y nervios por si no sale bien. De todas formas, elegimos un buen sitio, aunque ya estaba nerviosa y no lo disfruté demasiado. Aquí nos aconsejaron muy bien y creo que las fotos van a quedar bonitas.

Al ir al restaurante, debido al atasco, llegamos justo al comienzo del cóctel. Con eso de hablar con la gente, no pude disfrutar de la comida ni la bebida, pero me lo pasé muy bien hablando con unos y con otros y tomando fotos. Luego comenzó la comida que sí pudimos disfrutar algo más, pero queríamos ir a hablar con la gente a sus mesas por lo que en el postre nos fuimos de nuestra mesa. La gente agradeció mucho hablar con ellos y fue un momento muy bonito agradecerle a la gente que hubiera ido. Por desgracia, nos liamos demasiado en algunas mesas y no pudimos completar la visita a todas las mesas ni tomar los licores tranquilamente. Nos retrasamos tanto que tuvimos que hacer los momentos de entrega del ramo y regalos a las madres demasiado rápido. Por suerte, todo salió bien.

El baile fue genial. Contratamos una profe para hacer un baile moderno que triunfó entre los invitados ya que esperaban el típico vals. Se oían sus gritos de exclamación mientras bailábamos y hacíamos nuestras piruetas, así que fue emocionante también. Tuvimos fallos por los nervios e ir vestidos de novios, pero nadie se dio cuenta.

El baile fue lo mejor del día, la pista estuvo llena de principio a fin. Grandes y pequeños bailando. Desde los 80 años hasta los 3 añitos. Fue superdivertido. Hicimos un regalo solidario de la Fundación Teodora y sus narices fueron lo que más ha salido en las fotos. Fue muy buena idea y a la gente les encantó el regalo. Igualmente regalamos pulseras rosas para ayudar a una asociación contra el cáncer. Igualmente, muy buena elección.

Justo antes de irnos del restaurante íbamos a recoger las cosas, pero nos dijeron que podíamos ir al día siguiente. Teníamos que habernos llevado todo ya que nos desaparecieron algunas cosas (aunque sin importancia) al ir al día siguiente. A pesar de ello, el metre se portó increíble y algunos camareros también. A otros les daba un poco igual que fuera la novia y me tocaba esperar a que me pusieran una copa. ¡Eso de que los novios mandan no siempre es verdad!

Acabamos tan cansados que no pudimos continuar la fiesta, pero mereció la pena haber vivido la experiencia. Mucha preparación, pero se pasa uno de los mejores días de tu vida. Hacía mucho que no me reía tanto ni hablaba con tanta gente.

Respecto al viaje de novios elegimos Tailandia. Un destino con mucho encanto y fue también increíble. Quizás fue un poco mochilero y esperábamos algo más de lujo, pero Tailandia tiene también encanto por ser así. Eso sí, fueron demasiadas horas de autobús para poder recorrer más ciudades, quizás esto sí que lo cambiaría y vería menos ciudades, pero mejor vistas.