La boda de Manuel y María en Jaén, Jaén
De noche Verano Rojo 1 profesionales
M&M
24 Jul, 2014El día de nuestra boda
El día de mi boda fue el día más especial de mi vida. La verdad es que siempre he creído que dormiría fatal, sin embargo, cené en mi casa con mis padres, me acosté a las 01:00 o así, y dormí de un tirón hasta las 09:00. Cuando me levanté, no me podía creer cómo había podido dormir tanto. Desayuné con mis padres. Mi madre la verdad es que estaba muy nerviosa, sin embargo, yo estaba extrañamente tranquila. Estuve toda la mañana contestando a los mensajes que me mandaban mis amigos y familia, y me fui casa de una amiga a tomarnos un vinito. A la 13:00 o así me duché y me fui a comer un buen plato de albóndigas, jaja.
A las 14:00 tenía la pelu con mi madre. En la pelu estuve viendo vídeos de novios y novias que cantan en sus propias bodas, ya que siempre me han encantado, y enseñándoselos a la peluquera. Todos estaban diciéndome que cómo podía estar así de tranquila, con lo nerviosa que soy, y que parecía que la cosa no iba conmigo. Me hicieron un recogido espectacular. Mi amiga, que era la que me maquillaba, me dijo: “Que guapa vas, estás preciosa”, cuando terminó y le dije que no me dijera nada porque entonces sí se me saltaron las lágrimas. A las 16:30 ya estaba maquillada y peinada.
Seguir leyendo »Vino mi padre a recogernos en coche, ya que hasta las 18:00 no llegaban los fotógrafos a mi casa. En esa hora estuve muy aburrida, mandando WhatsApp a todo el mundo, para que mis amigas viniesen ya. Me trajeron el ramo y quedó más bonito de lo que había imaginado. Me puse las medias, y como no sabía poner la liga, a pesar de que estuve mirando vídeos en YouTube, le hice un agujero y andando, jaja. A las 18:00 llegaron mi peluquera y amiga para retocarme. Yo les decía que aún no había llegado nadie, ni fotógrafo, ni familia, ni nada, y resultaba que también venían los fotógrafos.
Empezamos con la sesión de fotos vistiéndome y demás, y ya empezaron a llegar primos, tíos, y amigas. Ese momento fue precioso, cuando me ayudaron a ponerme el vestido, el velo, y la liga. Había más de una lágrima, pero no mías, y estaban todos asombrados porque no lloraba, jeje. Y eso que siempre he creído que iba a llorar como una magdalena, ya que soy la llorona oficial de todos los eventos.
Mi madre estaba súper emocionada. Me vestí y lo que sí hacía era beber agua a todas horas, por el calor que hacía, y creo que también por los nervios, y la fotógrafa me decía que esos nervios tenían que salir jaja. Salimos de mi casa, pero tuvimos que esperar para irnos a la iglesia, ya que el novio aún no había salido de la suya. Estuvimos un ratito en la puerta esperando para poder irnos, y casi nos lo cruzamos, ya que fuimos andando.
El momento de llegada a la Iglesia fue genial. Tuvimos que esperar un poco fuera en la puerta, aún no sé por qué, y en el momento que entré (me acordé de colocarme el velo y taparme un poquito los hombros), y abrieron la puerta, fue el mejor momento de mi vida.
Cuando lo vi por primera vez… No me lo esperaba para nada así vestido, estaba precioso, mejor que en mis sueños. Solo de pensarlo se me eriza la piel. Creía que lloraría, pero solo podía sonreír. El coro romero cantaba, y todo el mundo estaba allí, aunque yo solo lo veía a él. Ese fue el mejor momento de todo el día, y además lo recuerdo perfectamente.
En la Iglesia hubo momentos en que sí me puse un poco nerviosa, pero no mucho, ya que mi novio estaba más que nervioso. A veces incluso me decía que se mareaba, ¡de los nervios!, por eso tampoco me quería poner nerviosa yo, para tranquilizarlo un poco. Ni me miraba, hasta que, ya casándonos, le dije que me mirara, y es que me salió del alma. Hasta el cura me regañó, porque me dijo que no lo pusiese más nervioso. La misa fue preciosa, y al salir no sé cuántos kilos de arroz y confeti nos echaron.
La copa de espera fue también genial, aunque a pesar de que intentaba estar con todo el mundo, fue imposible. El único inconveniente fue que hacía un poco de calor, pero la gente después me ha dicho que no fue para tanto, que sería yo, por estar para acá y para allá. Una vez dentro en el salón, no pude comer nada, pero claro, al medio día me hinché, supongo que sería entre eso y que tenía el estómago un poco cerrado.
Mis primos me regalaron un ramo y nos hicieron algunas bromillas, y mi cuñada nos leyó unas palabras que ahí sí que lloré, y unas fotos de pequeños y de mayores. Yo también hice un discurso que nadie esperaba ni sabía, y aunque creía que no iba a ser capaz, al final lo hice sin nervios ningunos, súper tranquila, aunque mi novio dice que estaba tan nervioso que ni podía escuchar (ya lo verá en el vídeo) Al partir la tarta, siempre he llorado en casi todas las bodas, pero en la mía me lo pasé genial.
El baile, aunque no habíamos ensayado nada, hicimos lo que pudimos. Y una vez en la barra libre, ya sí que me desaté del todo y me lo pasé pipa. Después seguimos en la discoteca y nos acostamos a las 09:00 de la mañana, porque ya no podía con mi alma. Aunque mi novio ahí sí que hubiese seguido de fiesta, pero yo ya no podía más.
Es cierto que, aunque no estaba nada de nerviosa, disfruté muchísimo de cada momento, pero pasó más que volando. Así que mi consejo para todas es que disfrutéis los preparativos muchísimo, porque el día de la boda, por tranquilas que estéis, va a volar, aunque va a ser único.
Servicios y Profesionales de la Boda de Manuel y María
Otras bodas en Complejo Juleca
Ver todas
Otras bodas en Jaén
Ver todas
Cerro Puerta
Palacio de los Medinilla
Las Aguas del Arbuniel
Inspírate con estas bodas
6 comentarios
Deja tu comentario