La boda de Kike y Isabel en Pesquera De Duero, Valladolid
De noche Verano Blanco 6 profesionales
K&I
23 Jul, 2016El día de nuestra boda
Nuestra boda fue una boda de sorpresas. Nos casamos de tarde y no solo la boda se nos hizo corta, sino todo el día.
Desayuné en casa de mi madre, mientras los chicos preparaban los coches y mi padre recogía mi ramo. A las 11 fui a nuestra peluquería de siempre, Gavana, y aunque Fernando no estaba, Belén me dejó preciosa. En cuanto terminé, me llevaron directa al hotel, decidimos vestirnos en el Hotel Gareus los dos y fue un acierto total. Allí me esperaba mi maquilladora Genoveva de Hercilla y mis superfotógrafos Eva Mansilla y Josetxu Moyano.
Me vistieron mi madre y mi hermana. Llevaba un vestido de Rosa Clará, un brocado de seda divino, zapatos de Lodi y pendientes de Mari Cantalapiedra; iba muy sencilla. En el mismo hotel se vestía mi futuro marido con un chaqué precioso de Jaime Valentín. No sé cómo pasó, pero en cuestión de segundos eran las 5 y media de la tarde. Mi madre y mi hermana se marcharon a la iglesia Nuestro Padre Jesús Nazareno para recibir a los invitados, mientras mi tía Cristina vino a acompañarme para no estar sola hasta que saliera, fue muy especial porque estaba embaraza de mi ahijado Juan, que justo tardó una semana en nacer. Uno de los momentos más especiales fue quedarme a solas con mi padre los últimos 15 minutos, lo recordaré siempre.
Seguir leyendo »Llegamos a la iglesia y fue el único rato que estuve un poco nerviosa, fue muy emocionante ver a todos los invitados allí, esperándome a mí. La ceremonia fue preciosa, las alianzas eran de María Cantalapiedra y las arras me las prestó una tía, una joya que guardan y que nos han dejado a todos los que nos hemos ido casando en la familia. Para finalizar, mi hermana nos leyó unas palabras recordando un poco cómo nos conocimos; fue precioso. A la salida nos cubrieron con kilos de pétalos.
Los autocares llegaban a las 20:30 a la finca Dehesa de los Canónigos y ya estaba todo preparado con unas limonadas muy fresquitas para que la gente tuviera algo que beber nada más llegar. Un ratito después llegábamos los novios. Para nuestra entrada elegimos la canción de Rosario Flores “Algo Contigo” y allí nos esperaban Toño y Carolina de Lz Catering. Ellos han sido los que nos han organizado todo y no puedo decir más que cosas espectaculares de ellos. Toño es el mejor chef del mundo y Carolina, la mejor wedding planer.
Todo estaba como yo lo había soñado. El planning de las mesas con mis peluches de Disney, el tenderete con las fotos de nuestras prebodas, el libro de firmas, el buzón de los deseos y sobre todo, el maravilloso cóctel con comida mediterránea, mexicana, china... Todo acompañado con música jazz y un maravilloso saxo que acompañó a nuestro DJ, Iván Álvarez de Scractch Eventos.
Para entrar a la cena hicimos algo un poco especial, poniendo narices rojas a todos nuestros invitados en sus platos de la Fundación Theodora, entramos al comedor con la canción de Bruno Mars "Marry you" y nuestras narices puestas. Fue muy divertido. Además, en las mesas les dejé unos fotos en forma de Instagram de todos los componentes de la mesa con recuerdos con nosotros o con mis padres, fue un éxito y muy emotivo.
Durante la cena no hubo más que sorpresa por parte de amigos y primos, quienes a ritmo de la BSO de la películas de Primos nos regalaron el DVD, ya que saben que es la película favorita de Kike.
Nosotros sorprendimos a mi hermana Macarena y mis primas Emma y Blanca con ramos para las 3, a mi hermana a ritmo de “Ain't no mountain high enough” y a mis primas a ritmo de Spice girls, “Wannabe”, también en el postre dimos ramos a nuestras madres y un bote de Lacasitos gigante con una foto nuestra para los padres.
Antes de que saliera la tarta, le di una sorpresa a Kike, ya que no quería cortar la tarta. La regalé una figura artesana nuestra de Serfigura, quienes recomiendo porque son geniales, a ritmo de “Te quiero mucho” de Alba Molina.
Empezamos el baile con un remix divertidísimo que nadie se esperaba y que terminamos con la canción de Elvis Presley "Can't Help Falling In Love". En el baile dimos para las mujeres alpargatas con estampados románticos de la tienda Malva de Valladolid, pusimos un rincón de estanco, un candy y un puesto de mojitos. El photocall no podía ser otra cosa que un camión Scania para hacer un poco mención a nuestro negocio familiar. El baile lo animó Iván Álvarez, como he dicho, y de recena, minibruguer y miniperritos para todos.
No acabó ahí la cosa, nos tenían preparada la última sorpresa, nuestros pajes nos cantaron un rap, acompañados de la música del Cantajuegos “Soy una taza”, y dos chicos disfrazados de Mickey y Minnie bailando como locos que resultaron ser mis primos; al descubrirse la cara fue un sorpresón.
Un día maravilloso que pasó rapidísimo, demasiado rápido.
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