La boda de Julio y Aroa en Alboraya, Valencia

El día de nuestra boda

Sinceramente, todo un año de preparativos para que no faltara detalle y fuera especial para todos mis invitados y, a mi opinión y del resto de invitados, lo conseguí. Disfruté desde el minuto 1 de todo detalle. De mi coro rociero, de la decoración estupenda de restaurante La Ferradura y de la profesionalidad y cariño por parte de Pepe y todo su equipo; de mi Wedding, (Noelia de Imatge), de mi entrada con mi coro rociero, la canción que les canté a mis hijos mientras me traían los anillos y los pétalos de flores; de la ceremonia preciosa que nos hizo Amparo junto a la ceremonia de la arena, de mis lágrimas de felicidad, mis partituras (que eran los conos de arroz), las mariposas de cañones de confeti, la canción que le canté a mi marido después de la ceremonia para darle su regalo, los abanicos, zapatillas, bailarinas, marcasitios de madera y las narices de la Fundación Teodora.

¡El fotomatón fue la repera! Las esferas que se pusieron en el cóctel no las había visto nadie nunca. Después del baile flamenco con mis compañeras hubo un monólogo divertidísimo. Dejé todos los regalos en cada sitio de cada invitado para ganar tiempo de todo lo que hice y salió todo increíble.... ¡Lo repetiría un millón de veces más!