La boda de Juan y Mariola en Paterna, Valencia

Por fin, las 18:30h, ¡llegó la hora de irse! Me tiemblan las piernas, ¡qué nervios! Mientras tanto, el novio ultimaba preparativos en el chalet, y se hacía las fotos poniéndose el traje. Qué guapo iba. Nos montamos en el coche mi madre, mi tía y yo, y detrás de nosotras iban mis 2 damas de honor en sus coches, pitando a lo loco desde mi casa hasta el chalet donde iba a ser la celebración. Cuando llegamos, ya había bajado mi cuñado y el mejor amigo del novio para la apertura de la ceremonia, haciendo un bailecito muy atrevido y divertido. Seguidamente, bajó el novio, acompañado de su madre. Dice que corría mucho y estaba muy emocionado. Luego, mis damas de honor hicieron el paseíllo hasta el altar, y detrás de ellas iba yo, con mi madre y mi suegro que me frenaban, ¡porque iba a toda pastilla (¡quería ver a mi marido ya!)! Y de fondo sonaba la canción de Elvis Presley, Can't help falling in love. Y ahí estaba él, radiante, con lágrimas en los ojos, ¡y tan guapo! Empezó la ceremonia, nos casó uno de nuestros mejores amigos, ¡y fue muy divertido! Se lió, perdió el hilo, se le mezclaban las hojas, se ponía cada vez más nervioso, pero eso hizo que todo fuera muy natural y pasáramos un rato gracioso, para recordar. Nos dijimos los votos, y lloramos, lloramos mucho.

Después hicimos un brindis, y vino la tuna de Derecho a cantarnos, ¡nos encantó! Y luego la cena, ¡qué acierto! Fue toda de pie (aunque había mesas y sillas para que la gente se sentara), en plan catering, buffet libre, con barbacoa, quesos, foie y fritos. ¡Fue totalmente diferente y a la gente le encantó!

Cortamos la tarta y, después, ¡un buen bailoteo! ¡Lo pasamos pipa! Al día siguiente, hubo consecuencias, estábamos agotados, pero lo volveríamos a repetir mil veces más. La app de Bodas.net nos ayudó mucho con la organización y a encontrar proveedores que necesitábamos. ¡Un gran acierto! Mil gracias.