La boda de Josep y Cris en Sant Cugat Del Valles, Barcelona

El día de nuestra boda

Ha pasado casi un año desde nuestra boda. Ese día nos levantamos pensando que aún nos quedaban bastantes cosas para hacer, somos un poco desastres y dejamos algunas cosas para el final. Antes de ir a la peluquería, pasamos por el restaurante a dejar todo lo que habíamos preparado para la ceremonia: los centros de mesa, los detalles para los invitados etc. Al estar tan entretenidos no tuve tiempo de estar nerviosa, estuve tranquila todo el día hasta el momento de entrar en la ceremonia. Es ese momento en el que escuchas la canción con la que vas a entrar y te da un vuelco el corazón, por suerte fue cosa de ese momento y pude disfrutar mucho del día. Lo mismo le pasó a mi marido, él se puso nervioso cuando yo tenía que entrar y luego los dos lo pasamos genial. Si es verdad como dicen, que pasa muy rápido, pero los dos disfrutamos al máximo y sin preocuparnos de nada, casi todo salió perfecto y aquellos pequeños detalles que no fueron tal y como esperábamos, ese día no importaron nada, estás con la gente a la que quieres y como en una nube. Además, tampoco se pueden solucionar esos pequeños imprevistos, así que para futuras novias recomiendo que no le den importancia, los invitados tampoco lo van a notar y ese día lo más importante es pasarlo bien, es un día irrepetible e increíble. Sin duda, repetiría mil veces.