La boda de José y Betty en A Pobra Do Caramiñal, A Coruña

Cuando llegué en un coche antiguo, él ya estaba en el "altar", en frente de ese pazo repleto de enredaderas y verde. Estaban todos nuestros familiares y amigos en unas sillas blancas, a cada lado del gran pasillo natural de piedrecitas blancas. Atravesé el pasillo del brazo de mi padre y empezó una ceremonia muy emotiva en la que leyeron familia y amigos y la cual fue presidida por un gran amigo de ambos como maestro de ceremonias.

Tras la llorera y las risas, nos dirigimos al cóctel y a disfrutar del grupo de música en directo "Brocken Peach". ¡Fantásticos! Animaron la fiesta hasta el punto de que los invitados ya no querían acudir al banquete. A la entrada del banquete pusimos un vídeo "homemade" en el que agradecíamos a nuestros invitados que formaran parte de nuestro día y seguidamente hicimos la entrada de los novios con una canción muy nuestra, "I believe in a thing called love". El menú estuvo compuesto de cigalas, camarones, brochetas de rape con gambas, solomillo de ternera, sorbete de mandarina, Alma atlántica de Mencía y un sinfín de postres. ¡Delicioso!

Hubo sorpresas para amigos (cuadros hechos con mucho amor por nosotros), de los padres (lecturas...), hacia los padres (pulseras hechas con la tela de mi vestido y reloj de madera para mi padre), entrega de ramo a mi hermana, incluso un baile increíble de los amigos. Emociones tras emociones. Llegó nuestro primer baile al aire libre en una estructura de madera, "tightrope" a modo de vals, seguido de una muiñeira de Chao, rodeados de bengalas, luces y toda nuestra gente aplaudiendo.

Seguidamente, llegó la barra libre, música, juerga y risas hasta las 7:00 am. Y así de rápido, pasó el día volando. Un día que reviviremos en nuestra mente siempre.