La boda de Jose y Aida en Montornes Del Valles, Barcelona

El día de nuestra boda

Hola a todas las novias y novios que estéis por casaros, aquí os dejo como fue nuestro día, o mejor dicho como fueron nuestros días. Hicimos una primera boda con nuestra familia más directa (padres, hermanos y abuelos) y los testigos, claro está. En vez de firmar directamente en el registro civil y que fuera una ceremonia muy seria y sobria, pudimos hacerlo en el faro de Calella (que pertenece al ayuntamiento) y fue precioso. A pesar de que el día empezó con lluvia y se tuvieron que mover las sillas y el atril varias veces hasta que llegamos para que no se mojaran, al final fue perfecto.

No hacía frío, nuestras familias estaban encantadas, guapísimas y emocionadas. Las vistas de la playa al fondo eran inmejorables y como sorpresa final, mi marido trajo a las perras de mis padres y mis suegros, lo cual me emociono aún más y fue el colofón a un gran día.

El segundo día lo hicimos con toda la familia y ahí sí que estaba atacada de los nervios y luego esos nervios se los pase a mi marido. El día empezó con mucho sueño por descansar poco pensando en si faltaban cosas por arreglar, pero estaba todo atado. Me despedí de mi marido para irme a la peluquería (tengo que decir que es la peluquería a la que voy siempre desde hace años y que solamente abrió los dos días para peinarme y maquillarme, unos amores la verdad). Cuando llegué a la peluquería ya habían acabado de peinar y maquillar a mi madre y mi padre estaba engalanando el coche mientras me arreglaban a mí. Como la boda se hacía fuera de Barcelona y queríamos facilitar la llegada y salida de nuestros invitados, pusimos un autobús que paró en dos sitios distintos de la ciudad para poder recoger a todo el mundo, y mi hermano estaba al cargo de que todo el mundo estuviera puntual y subiera. Mientras me arreglaban me llegó un mensaje de mi prima diciéndome que posiblemente mi familia no llegaría al autobús y no llegarían a la boda. Ataque de nervios en punto álgido, mi marido tranquilizándome al teléfono y mi padre llamando a su familia para que espabilaran. Al final llegaron todos a tiempo y volví a respirar. Todo el mundo estaba de camino en el bus, mi marido de camino también y nosotros saliendo en breve. Una vez que llegamos allí, estaba todo listo para poder entrar, y los nervios cada vez iban creciendo más y más, porque aunque mi ya marido me había visto el vestido, cambie maquillaje, peinado y llevaba un velo larguísimo a juego con el bordado del vestido que esperaba le sorprendiera y gustara. Subimos con el coche hasta la entrada, mi padre me ayudó a bajar del mismo para que no me enganchara con la cola y el velo y me matara delante de todo el mundo, y nos pusimos en posición para que la música empezara y todos disfrutaremos del día. Y entonces empezaron a sonar los primeros acordes de Who wants to live forever de Queen y me abracé fuerte a mi padre y a caminar hacia mi marido. La ceremonia fue perfecta y bastante rápida, y pronto llego la hora de las fotos con los invitados y luego las nuestras mientras todos copian y nosotros nos moríamos por acabar y empezar a comer.