La boda de Jorge y Sara en Valencia, Valencia
Al aire libre Verano Azul 6 profesionales
J&S
01 Oct, 2022El día de nuestra boda
Diario de una boda.
Tras una pedida de mano siendo testigo el Empire State de Nueva York y una entrega sorpresa de un reloj de compromiso que quedaría precioso para el día de la boda, decidimos casarnos cerca de la fecha de nuestro 17 aniversario en La Mozaira, lugar que descubrimos hace 9 años y en el que dijimos: qué lugar más bonito para casarse ahí.
Sabíamos que no iba a ser el día más feliz de nuestras vidas (básicamente porque no queremos solo uno, queremos muchos). El día fue asombroso, maquillada por mi mejor amiga y peinada por la que considero mi prima (madrina del novio), con un vestido con el que salí completamente de la zona de confort y unos zapatos azules al estilo de Sexo en Nueva York, prometía que iba a ser maravilloso.
Las habitaciones te hacen sentir como en un castillo en el que preparan a las reinas antes de salir al evento. No quisimos coche y no quisimos iglesia. No somos novios al uso y no cumplimos con ciertos estereotipos. No tuve mesa presidencial y lo volvería a hacer. El momento íntimo que tienes con tu pareja vale millones. Los regalos fueron donados a una asociación contra el cáncer de mama, no nos preocupamos en banalidades y mi ramo lo cerré 3 días antes de la boda.
Seguir leyendo »Mientras maquillaban a mi madre y a mi hermana, yo me escapé con mi bata y divisé todo lo preparado en solitario. Un welcome precioso que con mis aportaciones y su gusto quedó precioso, una ceremonia que era un auténtico paisaje, un sitting en el que conseguimos retratar la pasión del novio (ciclismo) y el salón estaba precioso. Simplemente, me dejé llevar por sus gustos porque ellos son los profesionales.
Hablamos y decidimos vernos antes de la ceremonia, no queríamos pasarnos el tiempo del cóctel haciendo fotos y quería disfrutar de los escenarios que la Alquería dispone. Recuerdo sus ojos y su cara cuando me vio y recuerdo mi corazón cuando lo vi y pensé: eres y serás tú.
Entramos con We are free (BSO de Gladiator) toda la familia directa, hermanos, sobrino y padres, queríamos que fueran protagonistas también. La ceremonia fue regida por personas que sabíamos que serían fantásticas, bajo su esencia. No hicimos guion. Los guiones ocultan esencias.
Un cóctel maravilloso en el que queríamos hacer de todo, pero no puedes, fotos, comer, beber y estar con todo el mundo. Pero lo haces lo mejor posible.
El convite, un lujo. La comida era increíble, la gente disfrutaba, éramos testigos. Hicimos 3 momentos, regalo a las mamás, regalo a mi hermana (un regalo no convencional con una canción divertida de los fresones rebeldes, un momento único) y la entrega del ramo (seremos testigos de su boda). Pero hay un momento en el que el salón se vacía, no hay nadie en las mesas, algo nos olemos y ahí están todos los amigos, mi hermana y nuestro cuñado con la canción del Juego del Calamar haciéndonos un baile y proponiéndonos el reto de las galletas que, con mucha rabia, no lo superamos, pero nos entregaron 3 botellas llenas que había que vaciar para ver el contenido de estas. Seguidamente, amigas de la novia entregan un collar precioso bajo un abrazo y un beso.
Y antes de entrar a la fiesta, llamamos la atención de la gente con un: "que se levanten"; y suena: Esto que tú me das, del querido Pau Donés, para agradecer de corazón la presencia en ese día a todos los invitados y en la parte instrumental, nos marcamos unos pasos, momento destacado y comienza la fiesta.
Es una boda divertida, todo el mundo se relaciona entre sí, la gente canta, baila, come y se hace fotos en el fotomatón y nosotros queremos estar en todos sitios, pero no se puede. De repente en la gran pantalla, el Just Dance (juego de la Nintendo Wii), casi todos los invitados bailan al unísono. Es un puntazo. Esa distracción hace que los peques y los no tan peques arrasen con la Candy Bar.
Pasan las horas, la gente disfruta y no queremos que se acabe, la gente se va despidiendo de nosotros con un qué día más bonito, qué bien nos lo hemos pasado y eso te hace estar muy feliz. Uno de los objetivos era que los invitados lo vivieran como nosotros.
Llega el final con una sesión de música hecha a medida por un buen amigo. Solo quedan 45 minutos y esto se acaba, vamos a bailar hasta decir basta. Sacamos una caja con palos de luces y damos color a la noche en la recta final. Se acabó.
La gente se recoge y un autobús viene a por los invitados que quedan. Otro grupo nos quedamos comentando y comiendo frivolidades que sobraron del resopón. Nos vamos a dormir.
A la mañana siguiente desayunamos todos juntos, fue una pasada, todavía nos sentíamos que el día no había acabado. Comentamos y nos reímos de todas las anécdotas sucedidas, esto se queda grabado para siempre.
Feliz día, feliz etapa, feliz vida.
01/10/2022.
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