La boda de Jorge y Lucía en Talavera De La Reina, Toledo
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J&L
04 Jun, 2016El día de nuestra boda
Un día perfecto. Sin duda para nosotros lo fue. No falló nada. Lo único negativo que podemos decir es que se hizo muy corto, duró muy poco. Empezamos con la obligación de contar que vivimos a 500 kilómetros de dónde nos casamos y con 3 visitas escasas en los últimos meses, por lo que sabíamos que los preparativos y la organización de la boda debían ser diferentes. Cuando fuimos a visitar Palomarejos Golf (donde celebramos desde la ceremonia hasta el último momento del baile) nos miramos y no hizo falta decir nada, sabíamos que era el sitio ideal para nuestra boda. Y Marta Hesse es la persona ideal para que todo saliese perfecto. Nos dio esa confianza de tener todo bajo control, de perfeccionismo, de dar la importancia que se merece al detalle más pequeño. Nos reunimos en pocas ocasiones aunque bastante tiempo para hablar sobre todo tranquilamente; y ella se encargó de hacer nuestras peticiones realidad y de captar el sentido que le queríamos dar a ese día.
Bueno, empezamos a hablar del día. La entrada a la ceremonia no fue ni mucho menos la típica. Jorge y su madre entraron primero en unos Buggies típicos de campo de golf hasta llegar a la alfombra roja; y tras una larga espera, el momento más esperado: Lucía y su padre llegaron también en Buggy mientras un dúo de arpa y flauta tocaban música en directo. La ceremonia fue muy emotiva con lecturas de tres personas muy cercanas para nosotros y acto seguido del ¡Sí, quiero! fuimos corriendo con Ester Vieco (la fotógrafa) y Pablo y María José (videógrafos) para hacernos las fotos de rigor en los sitios más espectaculares del Campo de Golf.
Seguir leyendo »Al volver, otra vez a reunirnos con los invitados en la zona de cóctel, los compañeros del trabajo estaban preparados con unos globos con palabras y frases en cada uno de lo que representa el amor. Un bonito detalle que dejamos escapar al aire y esperamos que estos valores nos acompañen durante toda nuestra vida juntos. El cóctel fue el momento de más agobio, demasiadas fotos, no quieres que nadie se te olvide y tener esa instantánea guardada, saludos a todos los invitados. No probamos casi nada del abundante cóctel ni de los dos cortadores de jamón que tan buen trabajo nos han dicho que hicieron.
De ahí pasamos a la cena, otro punto más que agradecer al equipo de Palomarejos Golf ya que todo el mundo salió encantado. Pudimos relajarnos (aunque tampoco mucho) y al final de la cena Jorge dedicó unas palabras a todos los asistentes y a Lucía. Después de esto, repartimos los detallitos con ayuda de nuestros padres y primos. Dos amigas hablaron en representación de todo el grupo de amigos para desearnos una vida llena de felicidad, otra sorpresa más.
El baile, la parte más temida por Jorge, aunque después de unos días de ensayos exprés, no fue tan mal y se cumplió expediente. A partir de ese momento, todo fue diversión, música, disfrute. Y como no podía ser de otra manera, más sorpresas y más comida. Preparamos unos farolillos voladores para quien quisiera que los encendiera y dejara volar pidiendo un deseo. La mayor atracción de la noche fue el fotomatón en el que a cualquier hora había gente dispuesta a disfrazarse y echarse unas fotos muy divertidas. En cuanto a la recena, dispusimos de dos fuentes de chocolate con dulces y frutas, un puesto de chuches y otro de perritos calientes y palomitas. ¡Por si había alguien con hambre!
Y después de ese pedazo de día en el que por más que nos esforzáramos no podemos imaginar nada que saliera mejor. Nos íbamos a nuestra Luna de Miel. Preparamos un viaje un poco diferente, a nuestro gusto y medida, en el que visitamos Vietnam, Camboya y Tailandia durante 22 días.
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