La boda de Joel y Mireia en Castell D'emporda, Girona

Al poco rato, empecé a ponerme los zapatos, los complementos y el vestido, ¡qué gran momento! El vestido! Una de las grandes piezas de la boda. Qué emoción cuando te ves con el vestido... ¡realmente especial! No me di cuenta y llegó el padrino... pensaba que podría mantenerme entera, pero cuando le vi con el ramo y empezó a leer su verso... no pude contener la llorera. En este momento no puedes pensar en nada más que en lo que te está leyendo, es muy especial. La flor de la boda: ¡avanda!

Mientras yo estaba con todo el ritual de la novia, los invitados llegaron y estuvieron hablando entre ellos y con Joel mientras tomaban la copa de bienvenida y se sentaban en el olivar donde celebramos la boda.

¡Llegó el momento!

Empezamos a bajar para preparar mi entrada, mientras tanto se escuchaba la música de la entrada de Joel, ¡qué emoción!

Mi sueño era entrar con mi padre y la moto con la que tantas coses hemos vivido mis padres y yo, así pues me subí a la moto, y montamos una comitiva de 5 Harley Davidson. Fue realmente especial, los invitados alucinaron con la entrada, la verdad que poco convencional.

En mi ramo había pedido que me incorporaran el ramillete de Joel, así cuando llegué allí con él, cogí el ramillete y se lo puse, para mí fue como un símbolo de darle una parte de mí.

Nos hicieron la ceremonia dos de nuestros amigos. Entre aquellos olivos, el día radiante que hizo, la gente que queremos... ¡Qué bonito que fue! Me pasé el rato llorando y riendo, entre sus lecturas, la de mi madre y la de mi suegro, alguna persona que por motivos de salud no pudo venir pero dejó un texto para nosotros, nuestros votos... Fue muy muy especial!

Para nuestra salida sonó Alegria de Cirque du Solei Y la gente nos tiró pétalos rojos de clavel y burbujas... ¡fue realmente precioso!

Los invitados se dirigieron a la zona del aperitivo y nosotros nos fuimos a la sesión de fotos. El primer momento más o menos a solas con mi marido! Fue un momento muy especial en el que aprovechamos para comentar un poco como iba todo. ¡Me encantaron estos momentos de confidencias!

Antes de entrar al banquete, nos trajeron nuestra bandeja de aperitivos, riquísimos, hablamos con los invitados y nos hicieron una foto de grupo des de las alturas... y luego... ¡a cenar!

Comimos muy bien, estaba todo a nuestro gusto, las entradas de los platos geniales. La gente lo pasó muy bien y nosotros más! Es todo tan emocionante… Utilizamos la aplicación Wedshoots, y la gente se lo pasó genial haciéndose fotos y compartiéndolas, y como pusimos un proyector a la zona del banquete, se podían visualizar las fotos! Es muy divertido y te queda un gran recuerdo de cómo cada persona ha vivido tu gran día.

Llegó el turno del pastel, lo cortamos y mientras lo servían nos dedicamos a repartir los regalos, los novios, los regalos a algunos amigos y familiares. Es muy bonito entregar regalos a la gente que quieres sobre todo a los padres y abuelas. En estos momentos las emociones están a flor de piel.

Los amigos también nos sorprendieron con algunos regalos y pruebas muy divertidas. Lo pasamos genial!

Cuando terminó toda esta parte, bajamos a la "Cova del Drac" donde se montó la discoteca. El techo de la cueva lo llenamos con globos de helio con luz led. ¡Quedó realmente preciosa!

Pedimos a la gente que cada uno cogiera un globo y salimos al exterior. Allí después de pedir un deseo los dejamos volar... que emocionante ver todos los globos iluminados como iban subiendo. Se me caían las lágrimas y la gente estaba asombrada mirando los globos. ¡Qué precioso!

A partir de aquí... baile, barra libre, candy bar, libro de firmas, libro con fichas rellenables sobre cómo había ido el día, un árbol de huellas dactilares, photocall y diversión.

Cuando la gente marchó quedamos unos pocos amigos y estuvimos un buen rato más sentados fuera bajo el cielo estrellado hablando del día y de nuestras vidas.

Ya empezaba a salir el sol cuando nos fuimos a dormir. Realmente hubiera seguido el día después celebrando la boda, es tan especial que no quieres que acabe nunca. Es todo tan perfecto y estas tan feliz que te entristece que se acabe. Pero bueno... tenemos que quedarnos con: No te entristezcas porque se acabó, ¡alégrate porque ha sucedido!

Cuando llegue vuestro día... disfrutadlo a tope! Todo el mundo recomienda lo mismo pero es la pura realidad, pasa muy rápido, ¡por lo tanto a disfrutarlo!

Mi gran día fue único y para mí la mejor boda del mundo, fui la persona más feliz, lo compartí con la gente que más me importa y me casé con el hombre al que quiero, ¿qué más puedo pedir?

Los que celebréis vuestra boda pronto... ¡Felicidades y a disfrutar!