La boda de Joel y Dhanne en Hondarribia, Guipúzcoa

El día de nuestra boda

Le conocí hace diez años, y sí, desde el minuto uno supe que era especial. Pasaron 7 años hasta que comenzamos nuestro romance, después de año y medio me propuso matrionio el 27 de mayo del 2018 y lo que parecía ser un día cualquiera terminó siendo un día extraordinarío.

Comenzaron los preparativos, los nervios y los desacuerdos (no os asustéis chicas, es normal), queriendo que todo fuera perfecto y así fue después de mucho trabajo y ayuda. La noche anterior la pasé en casa y dormí perfectamente (un secreto para las novias nerviosas: la noche del 12 apenas dormí y la noche del 13 al 14 dormí perfectamente porque estaba muerta de sueño). La mañana del 14 fue genial, cero nervios (me prometí que nada borraría mi sonrisa). Estuve rodeada de mucho amor, ya pronto me casaría, lo sabía; pero no fue hasta que me puse el vestido y vi a mi madre emocionarse que lo interioricé.

Me dirigí junto a mi madre al jardín del Hotel Río Bidasoa donde tuvo lugar nuestro enlace. El primer encuentro lo tuve con mi hermano quíen también era mi padrino. De pronto estalló la música con la que entraría mi futuro marido y los nervios se apoderaron de mi estómago. Mi hermano sujetó mi mano, mi madre la cola de mi vestido y me dirigí entre amigos y familiares hacia mi nueva vida. Mi ahora esposo no podía estar más elegante y yo no podía dejar de sonreir, y no lo hice hasta el momento de los votos cuando un nudo en la gargante paralizó mi habla por dos minutos. Mi voz temblorosa declaró todo lo que mi corazón guardaba.