La boda de Joan y Carolina mas en Palma De Mallorca, Islas Baleares

El día de nuestra boda

¡Fue un fiestón! Queríamos una boda divertida y así fue. El novio llegó con el bus de invitados empezando la fiesta en él junto con una xaranga para amenizar la espera. Yo llegué subida a un carro estirado por un burrito. La ceremonia fue preciosa, todo como había pedido... Ambiente rústico, romántico y sencillo y el ceremoniante un íntimo amigo. Nos tiraron 6kg de arroz y después empezó el fiestón. Durante el coktail los camareros hicieron un pasillo con copas de cava para recibir a los invitados, los cuales se encontraban con una mesa llena de sushi, comida típica de la zona y cortador de jamón. Durante 1h y media, mi cuñado y muchos amigos y familiares actuaron bajo una caseta de brezo decorada con botes y paniculata, nos dedicaron canciones, chistes y bailes haciendo que el resto de invitados alucinara y nadie quisiese pasar a la cena.

La cena fue una pasada. La decoración a base de mesas imperiales con una estructura de bugavillas colgantes, copas de diferentes verdes y una nota personalizada para cada uno de ellos... Así como un instrumento de plástico para “liarla” entre plato y plato. Jugamos a al duelo musical de mesas, todos subidos a las sillas moviendo las servilletas y picándose entre ellos para ser los invitados más marchosos. Los camareros fueron increíblemente profesionales, nunca había una copa vacía. Al final de la noche acabaron junto a los invitados de fiesta y nos decían que jamás habían estado en una boda tan divertida y donde estuvieran tan a gusto. En general ese era el comentario: “nunca hemos estado en una boda tan bonita y divertida”