La boda de Jesús y Sandra en Bargas, Toledo
Elegantes Verano Blanco 2 profesionales
J&S
25 Jun, 2016El día de nuestra boda
Empezó todo con muchos nervios, tenía una lista de acontecimientos que deberían pasar, desde que yo estoy en la peluquería, hasta que voy a mi casa a vestirme.
En mi casa, según llegara yo, el novio debería estar en la calle guiando a la gente hasta los juzgados. Fue al contrario, según llego al portal me encuentro a mis abuelos, a mis padres... Todos subieron a mi casa, ¡y lo peor es que todavía estaba el novio dentro! Así no hay quien organice nada.
Yo me meto en la habitación con mi hermana para vestirme y cuando ya termino, ¡sigue estando el novio en casa con toda mi familia!
La boda era a las 12 de la mañana y supuestamente mi tío me iba a llevar en su coche hasta los juzgados. Mi padre, que era el que me tenía que acompañar, no estaba a mi lado, estaba con mi tío en el coche, supuestamente me esperaban en la iglesia, yo con los tacones y mi madre buscándolos, un desastre.
Al final, ya tocando las 12, me fui con mi madre andando. Cuando llegamos, ¡faltaba todavía gente! Y mi padre sin aparecer con mis tíos. A los minutos, aparecieron. Ya dentro, con todas las personas, empezó la ceremonia, leemos un papel, intercambiamos las alianzas, un beso, las fotos y se acabó.
Seguir leyendo »Después fuimos a hacernos las fotos. Mientras, los invitados nos esperaban en el restaurante con el cóctel de bienvenida. Un rato después, llegamos nosotros y solo veo a mi familia, la familia del novio sin aparecer, en fin, al rato llegaron ellos.
Empieza el cóctel, todo el mundo contento, yo harta de los zapatos, haciéndonos fotos a cada momento. Ya dentro, para empezar a comer, la gente nos gritaban lo típico: ¡Qué se besen! Aquello ya era cachondeo.
En toda la comida brindando con el vino, os podéis imaginar cómo acabé. Todo estuvo genial, la comida estupenda, la tarta preciosa y muy rica.
Ya todo terminó, nos despedimos de la gente y ya solo faltaba cambiarnos, coger la maleta e irnos a la playa, ¡pues no! Nos citaron los amigos en un bar y allí nos remataron, un par de copas y absenta. Vamos, que la noche que toda chica sueña, la noche de bodas, no la tuve. Todavía estoy planeando la venganza, lo juro.
Al día siguiente nos fuimos, y el viaje de novios… ése si fue especial y perfecto.
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