La boda de Javier y Sandra en Barakaldo, Vizcaya

El día de nuestra boda

Fue un día lleno de nervios, parecía que iba a ser un día pasado por agua, toda la gente decía lo mismo, no importa, "novia mojada mujer afortunada", pero de repente dejó de llover y todo salió sobre ruedas.

Nuestro coche de novia, precioso, un dos caballos, antiguo, azul. El vestido, cómo no, nuestro vestido de novia siempre tiene que dejar con la boca abierta a todos los invitados, pero ante todo a ti misma y al novio también. A la llegada al altar, en nuestro caso fue una boda religiosa, nuestras amigas tocaron los instrumentos musicales y cantaron en directo para todos, eso fue espectacular, todo el mundo se quedó sin palabras, todo fue mágico, no tengo palabras para describir lo atentos que fueron todos los servicios, el restaurante maravilloso, en nuestro caso en Aretxondo, en Galdakano, que contratamos y gracias al esfuerzo de todos todo salió maravillosamente bien.

Por cierto, decidimos hacer una entrada triunfal al restaurante con unas bengalas de colores en nuestros brazos y salió la mejor foto de la historia con el restaurante a nuestras espaldas, los fotógrafos inmortalizaros un momento espectacular.