La boda de Javier y Laura en O Grove (Resto Parroquia), Pontevedra

Hicimos la ceremonia de las arenas, y 3 de nuestros mejores amigos nos dedicaron unas palabras. La ceremonia tuvo además una anécdota, y es que la oficiante se equivocó de nombre a la hora de preguntarle a Javi si quieria casarse conmigo, en lugar de Laura, dijo Rebeca, pero nos reímos mucho y para mis amigos ahora soy Laura Rebeca. Aún así, todo perfecto.

A la hora de los aperitivos, nosotros nos fuimos con la fotógrafa para hacer las fotos por los alrededores, y tuvimos un grupo de chinos siguiendonos por la isla, muy simpáticos, pero nos estaban poniendo más nerviosos. La fotógrafa hizo un trabajo excelentisimo. (En las fotos queda más que comprobado). Más que recomendable, nos proporcinó comodidad y confianza en todo momento, muy atenta a los detalles, y muy buena persona, cercana, y muy "riquiña".

Cuando llegamos para los aperitivos, Carmenton amenizó los aperitivos también, nuestros invitados nos felicitaron porque todo estaba riquísimo y había un jamón de calidad (la familia de mi marido sevillanos nos felicitaron por la buena calidad) al corte por un hombre, todo perfecto.

La localización de las mesas la hicimos de temática cine, ya que los dos somos cinéfilos. El menú fue elaborado a la perfección, y el personal del hotel estuvo en todo momento atento para asegurar que transcurriera de la mejor forma posible con cada uno de los invitados. Cantamos, bailamos nos divertimos mucho durante la cena. Mi hermana cantó un par de canciones de Aretha Franklin preciosas, y bailamos hasta que el cuerpo no pudo más. Para amenizar, pusimos, barra libre (evidente), una mesa de golosinas, un photocall con caretas, una cámara instantanea y un libro de firmas, que ahora es un bonito recuerdo.

Al día siguiente despertamos en la suite nupcial con unas impresionantes vistas a la Ria mientras pasaban unos delfines junto al hotel. Fue un recuerdo que jamás olvidaremos. No podriamos haber imaginado una boda mejor.