La boda de Ismael y Raquel en Alcalá De Henares, Madrid

El día de nuestra boda

Os cuento el día más especial de mi vida. Dormimos los dos separados, yo en mi casa y el en casa de sus padres. Me levanté tranquilamente con tiempo para preparar las cosas antes que viniese mi prima, que era mi peluquera y maquilladora. Sin prisa, pero sin pausa, me empezó a peinar y llamaron al timbre. Eran mis padres ya vestidos. Los nervios iban en aumento, iba pasando el tiempo y quedaban 15 minutos para que llegasen los fotógrafos y todavía me quedaba el maquillaje. Mi prima metió la quinta marcha y acabamos a tiempo. Hicimos la sesión fotográfica y fuimos a la finca. Entramos al despacho y allí me tuvieron un buen rato hasta que vino una calesa con dos caballos a recogerme. Fue muy divertido porque mi padre para quitarme los nervios empezó a cantar y yo también. Así que íbamos súper contentos.

El mejor momento fue cuando llegué a la puerta y vi a toda la gente esperando que llegase y a mi futuro marido al fondo. Fue un momento muy abrumador y emotivo, no me lo creía, el corazón iba a mil. En ese momento no sabes ni lo que haces, así que el paseíllo fue un poco rápido, pero bueno. Comenzó la ceremonia en la que dieron discursos el hermano de Isma, mi hermano (que dio un discurso precioso) y mi mejor amigo. Realizamos la ceremonia de la arena. Toda la gente nos felicitó porque no están acostumbrados a ceremonias civiles y les resultó muy bonita y original.