La boda de Isabel y Ivan en Vilobi D'onyar, Girona
Al aire libre Primavera Rojo 3 profesionales
I&I
11 May, 2013El día de nuestra boda
Siete meses después de que mi pareja me pidiera matrimonio y me regalara el anillo de compromiso, de preparativos, de cambiar de opinión acerca del tipo de boda infinidad de veces, de algunos altos y bajos que encontramos por el camino... ¡Llegó el gran día!
Me desperté a las 5 de la mañana tosiendo, y ya no pude dormir más. Aun así, me quedé en la cama para descansar. A las 7 me levanté para desayunar y ducharme, para estar a las 8 en la peluquería. Nos cogieron enseguida a mi madre y a mí, ¡y eso que tenían otra boda y tenían que peinar y maquillar a 4 invitadas más! Lo gestionaron de maravilla. Salí encantada con el peinado y maquillaje, y a mi madre la dejaron guapísima también.
Llegué a casa a las 10:45. El fotógrafo y el padrino, que me llevaba el ramo y me leía el poema, llegaban a las 11. Apenas tuve tiempo de ir a buscar el vestido a casa de mis padres, y ellos ya habían llegado. Como mis padres aún se tenían que vestir, al final me ayudó a vestirme la tía de mi marido (la mujer del padrino).
Seguir leyendo »El padrino me leyó un poema precioso, ¡nos emocionamos mucho los dos! Después hubo sesión de fotos con mis padres, mi hermano y alguna vecina que quiso venir a verme.
El fotógrafo se fue a las 12 más o menos, y nosotros teníamos que esperar a que fueran las 12:45 para ir al restaurante (tenemos 30 minutos de camino), donde celebramos también la boda civil. La ceremonia empezaba a las 13:00, pero en el restaurante nos dijeron que teníamos que llegar como mínimo 15 minutos más tarde.
Al llegar, a mi padre se le rompió la cala de la solapa, así que tuvimos que pensar cómo arreglarlo. Al final cogí un alfiler de los que sujetaban la cinta de mi ramo, lo clavamos en medio de la cala, ¡y así aguantó todo el día! Fue el único imprevisto que tuvimos en todo el día, o sea que fue todo un éxito.
Cuando escuché la canción con la que entraba mi chico me emocioné mucho, pensé que yo haría todo el pasillo llorando, pero al final aguanté muy bien el tipo y estaba sonriendo todo el rato.
La ceremonia fue preciosa, mi chico hizo un discurso que nos hizo llorar a todos, ¡incluso mis sobrinas se emocionaron!
Después empezó el aperitivo, y nosotros nos fuimos a hacer las fotos por la misma finca, así que acabamos rápido y pudimos disfrutar de casi todo el aperitivo para estar con los invitados. El aperitivo duró unas 2 horas, porque aparte de los platos que ponen habitualmente añadimos algunos buffets extra (de pinchos de carne y pescado a la brasa) para estar más rato en el jardín. Después, en el comedor, pusimos un segundo, el prepostre y la tarta. A la gente le encantó que lo hiciéramos así, y no quedaron con hambre en absoluto.
En el comedor hubo varios “¡viva los novios!”, “¡que se besen!”, “¡que se besen encima de la silla!” etc. Tenemos unos amigos que son el alma de la fiesta, y los familiares sólo tenían buenas palabras para ellos.
Después de repartir los regalos especiales y hacer una presentación de fotos desde que éramos pequeños hasta ahora, los amigos nos dieron su regalo. Teníamos que hacer un puzle de 2000 piezas de un collage de fotos de la despedida, ¡y después nos darían el dinero! Aparte de esto, nos hicieron una presentación con fotos de la despedida que estuvo muy bien. Mis compañeros de trabajo también nos dieron ahí su regalo, una cámara réflex (que era mi ilusión) y un jarrón de vidrio con galets dentro. Los galets iban rellenos de billetes o de mensajes relacionados con mi trabajo.
Al fin llegó la hora del primer baile, The time of my life, de la película Dirty Dancing. Sólo unos pocos sabían que haríamos este baile, así que la gente alucinó. Para nosotros era como si estuviéramos solos, disfrutamos tanto este momento…
A medio baile sacamos el candy bar, con una tonelada de chuches (tengo una amiga que trabaja en una fábrica de chuches y las sacó gratis) y con los cake pops y bizcochos que había preparado. En las fotos no se ve la mesa entera porque, a la que salió, la gente fue corriendo ahí, y el fotógrafo no pudo hacer la foto, ¡aparte de que era una mesa larguísima!
Al final alargamos una hora más el baile, o sea que fueron unas cuatro horas. Lo pasamos en grande, el DJ acertó de lleno con el repertorio. Acabamos de hablar con el del restaurante para ver cómo había ido todo y de recoger las cosas que quedaban a las 2 de la madrugada.
Fue un día maravilloso, ¡pasó demasiado rápido! Lo repetiría mil veces y no cambiaría nada de nada. Nos dimos cuenta de la suerte que tenemos de tener la familia y amigos que tenemos.
Muchas gracias a todos los que colaboráis en Bodas.net, sin duda, me ayudasteis mucho, ¡y gracias a vosotros conseguimos una boda muy personalizada y con detalles que los invitados valoraron muchísimo!
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