La boda de Iñigo y Idoia en Eibar, Guipúzcoa

El día de nuestra boda

¡No pudo ser mejor! El día de nuestra boda fue perfecto. Todo salió a pedir de boca, lucía un sol increíble y todos lo pasamos genial. La verdad es que a pesar de algunos nervios que nos impidieron comer con normalidad, estábamos más tranquilos de lo que pensábamos, y eso permitió que lo disfrutáramos a tope.

Algo tarde por el partido entre el Eibar y la Real Sociedad, llegué a la iglesia de la mano de uno de mis mejores amigos, de esos que conoces desde pequeña y que son más hermanos que amigos; donde por sorpresa un gaitero escocés me esperaba para tomar mi amada Amezing Grace durante mi entrada, para homenajear a ese maravilloso país que fue residencia de mí ya marido, y que tanto nos gusta a los dos, donde ya hace más de un año, me pidió matrimonio.

La ceremonia fue super divertida gracias a nuestro cura, que además de ser una persona muy simpática y de nuestro tiempo, fue mi profesor de religión durante varios años en el cole. Además de un patinazo de una amiga tras la lectura, participación de nuestras hermanas, y un super discurso que fue increíble de uno de los amigos del novio, nuestros gemelitos de arras, nuestros sobrinos, lo hicieron genial e hicieron que nos riéramos mucho durante la ceremonia.