La boda de Hector y Marta en Amurrio, Álava

El día de nuestra boda

Fue un día magnifico, lleno de ilusión y alegría. Hasta el momento todo el mundo me había dicho que no iba a disfrutar nada de nuestro día, sin embargo, por suerte, no fue así.

El inicio fue algo estresante, salí 1h más tarde de lo previsto de la peluquería, pero por suerte lo tenía todo muy bien planificado y me rodeé de gente con una paciencia infinita que no mostraron ningún signo de nerviosismo ni prisa. Eso me ayudó bastante a continuar con los planes.

La llegada fue todo expectación y el espectáculo comenzó al rito de AC/DC con la canción Higway to the hell, en honor a mi padre que era quien me iba a entregar y que es un roquero incorregible, como anécdota chistosa no tuvo rival porque nos acercamos bailando de forma completamente espontanea. Mi marido disfrutó mucho al vernos tan alegres acercándonos.

La ceremonia fue entrañable en gran medida gracias a los invitados que hablaron en la misma y cuyas dulces y amables palabras empañaron nuestros ojos en más de una ocasión.