La boda de Héctor y Juanita en Sevilla, Sevilla

La ceremonia fue en la Capilla de la Hermandad del Museo, de la que Héctor y su familia son hermanos y mi marido, además, es costalero desde hace muchos años. La elegimos por todo eso ya que era un lugar importante para nosotros. Héctor entregó un ramo de flores a la Virgen de las Aguas nada más entrar a la iglesia con su madre.

La iglesia estaba decorada de flores blancas, paniculata y hojas verdes tanto en los bancos como en el altar y el portón de la iglesia. Por la misma florista que la decoración de la Hacienda. Para el ramo yo elegí un precioso bouquet de Cártamo flores que tengo preservado en casa.

A mi entrada me acompañaron mis cinco sobrinos (cuatro hombrecitos entre 2-6 años y una damita de 9). Todos vestidos a juego con camisa clara y pantalón estampado celeste y la niña con vestido blanco y fajín a juego con los pantalones. Mi padre llevó los anillos y las arras. Para éstas utilizamos 13 monedas alfonsinas de plata que formaron parte de la colección de mi abuelo. Fue mi pequeño homenaje para poder tenerlo cerca en ese día.

La monición de entrada la hizo uno de los mejores amigos de mi marido y las lecturas corrieron por parte de nuestros primos y el hermano pequeño de Héctor. Como testigos pusimos a nuestros mejores amigos, y nuestros respectivos hermanos. Decidimos no poner música en la iglesia porque al ser tan pequeñita tanto la entrada como la salida se recorría en un suspiro y, por lo tanto, nos iba a sobrar canción.

A la salida nos recibieron entre aplausos, gritos de euforia y paquetitos de arroz en kraft que hicimos con unos amigos la semana antes.

La celebración la hicimos en Hacienda Los Parrales, en Sanlucar la Mayor. El pueblo de mi familia materna. Para los invitados pusimos a su disposición varios autobuses que los llevaran a la Hacienda y por la noche hiciera varias vueltas con tres paradas distintas para poder dejar a todos en una zona cercana a sus casas.

Para gestionarlo todo contamos con nuestra wedding planner y su equipo que se encargaron de todo lo que hizo falta. ¡Desde pagos a proveedores hasta llevar a uno de los invitados al ambulatorio por una reacción alérgica al picarle una avispa!

El catering que elegimos fue Saboga Gourmet y, sin lugar a dudas, un éxito rotundo. Tuvimos una hora y media de aperitivos fríos y calientes además de una mesa de arroces en vivo, una mesa de quesos y otra mesa más con dos cortadores de jamón regalo de uno de nuestros amigos. Para los jamones confiamos en Ladera Jabugo y fue otro acierto genial. Durante el aperitivo pusimos música de fondo en tono bajo que favorecía la conversación.

Para los niños pusimos dos niñeras que se encargaron de ellos desde el aperitivo donde los pusieron a comer hasta que terminó la barra libre. ¡Niños y mayores acabaron encantados con esto!

A la hora de bajar a la cena pusimos el tema "Estando contigo" de Marisol para dar un toque alegre. La cena consistió en dos platos, sorbete y postre. Y como sorpresa entregamos ramos a nuestras madres y uno a cada una de mis abuelas para celebrar su santo y cumpleaños.

En las copas pusimos una mesa de chucherías, una barra de cafés, fotomatón y unas letras dos metros de Love con luces dando un toque Broadway hortera que nos encantó. Y unas chapas personalizadas por las chicas de Animaboda, las mismas que se encargaron de los niños y de hacer los abridores personalizados que regalamos a los chicos. Para ellas regalamos fulares de colores.