La boda de Haritz y Myriam en Donostia-San Sebastián, Guipúzcoa

A las 12.30 estaba previsto que comenzase la ceremonia civil, pero por dificultades con el tráfico comenzó 20 minutillos más tarde. Primero llegó el novio (un clásico) en un Ford Mustang negro decorado con lazos morados y rosas blancas. La gente se quedó con la boca abierta al ver el coche porque no se lo esperaba nadie, pero se les desencajó la mandíbula cuando vieron al novio salir del coche (yo no pude verlo).

A continuación, el mismo coche vino a recogerme a mí y la expectación fue máxima por ver mi vestido. Fue genial encontrarme con todo el mundo allí, un poco locura saludar a todos en tan poco tiempo, pero, sin duda, me quedo con la cara del que es ahora mi marido al verme, indescriptible.

La ceremonia fue muy breve, tal vez algo más larga de lo que habíamos pensado, pero serían 20 minutos. Todo personalizado, cada uno nos leímos los votos que nos habíamos escrito, algo que recomiendo a todo el mundo si tienen la posibilidad porque se dicen cosas que realmente se piensan y que tal vez pocas veces se hayan dicho de manera tan sincera.

A la ceremonia le siguió el banquete. Comenzamos con un cóctel de 1 horita del que nosotros no pudimos disfrutar porque nos fuimos a hacer unas fotitos, pero los invitados estaban encantados. Lo celebramos en el Hotel Londres de Inglaterra en Donostia, con unas vistas a la bahía de La Concha impresionantes. Cuando terminó el cóctel comenzó el banquete, según todas las críticas la comida estaba espectacular, la cantidad muy bien, tirando a mucho, pero todo el mundo estaba encantado.

Al terminar el banquete, en el momento del postre comenzó uno de los momentos más bonitos para nosotros. Los detalles, los regalitos para los abuelos, el ramo... A los abuelos les regalamos un reloj de bolsillo a cada uno y a las abuelas les regalamos unos pendientes. Como detalle para los invitados dimos unas pulseras solidarias que nos facilitó el Hospital San Joan de Déu de Barcelona en contra del Cáncer Infantil.

El ramo lo hice divisible en 3 y se lo entregamos a las personas más cercanas a esas tres personas que no pudieron estar en este día con nosotros. Después de estos momentos tan emotivos comenzó el baile. Comenzamos con una canción de Queen y luego cambiamos a una de Grease.

Cuando terminamos nos fuimos a un pub que habíamos alquilado a hacer la recena y seguir con la fiesta hasta las 5.30 de la madrugada. En resumen, fue un día espectacular, aprovechamos todos los momentos al 100%, nos lo pasamos genial y todos nuestros invitados también. Repetiríamos en cualquier momento.

A modo de recomendación, lo dice todo el mundo y no siempre es fácil, estad tranquilos, pero todas y todos los que estéis a punto de casaros disfrutadlo a tope. El día se hace supercorto, fuera nervios, tomaos el día como una fiesta. Si algo sale diferente de cómo lo habíais pensado no pasa nada, lo importante es cómo os lo toméis porque al fin y al cabo es una fiesta y está para disfrutarla en compañía de todas aquellas personas importantes para vosotros.