La boda de Gonzalo Navarro y Cristina Onrubia en Madrid, Madrid
De noche Verano Azul 5 profesionales
G&C
22 Jul, 2017El día de nuestra boda
Me desperté y no me lo podía creer, con lo lenta que había pasado la semana y de repente el día había llegado. Empezaban a aflorar los nervios, pero todavía era pronto, disfruté de la mañana, desayuné solo ya que Cristina había decidido seguir un poco de tradición y dormir con sus padres (así evitaría verla de novia antes de la ceremonia, sorpresa añadida y otro factor de nervios posteriores).
Había quedado con mi madre y su novio a la hora de comer (sobre las 14:00h) para comer algo rápido e irnos al hotel donde empezaría mis preparativos. Así que me hice un listado mental para meter cosas en el coche (ya que la decoración la habíamos llevado previamente), una vez cogí mi bolsón con todo el traje, los gemelos, zapatos, corbata, chaleco y mis nervios me fui a comer. Pasamos una breve velada comiendo y nos dirigimos al hotel Iberostar La Zarzuela.
En el hotel nos recibieron como si fuéramos “vips” y me dieron la enhorabuena las recepcionistas que fueron muy majas (curiosamente se llamaban como mi madre y como mi suegra, Laura y Gema, ironías del destino). Subimos corriendo a la habitación ya que el fotógrafo estaba al venir, había quedado con nosotros a las 15.45h y todavía tenía que asearme, raparme el poco pelo que tengo, depilarme un poco, etc.
Seguir leyendo »Así que me corté el pelo y a la que empecé a ducharme, Gustavo, nuestro fotógrafo, llamó a la puerta, lo escuché bajo el agua y de repente empezaron todos los nervios, me puse a la velocidad a la luz y 20 minutos después, le di la bienvenida a Gustavo y empecé a vestirme para realizar la sesión de fotos. La sesión fue muy amena, me reí mucho tanto con mi madre, como con Gustavo e hicimos todas las fotos que podrían quedar bien. Gustavo acabó y se fue con prisa a casa de los padres de Cris ya que tenía que proseguir con el reportaje. Cuando cerró la puerta habíamos completado el primer paso. Como mi madre me vio con mucho calor me recomendó que me desnudara y me pusiera a gusto antes de salir a la ceremonia, así que lo hice, me tumbe en la suave y cómoda cama de matrimonio de la habitación y vimos la tele. Para amenizar las horas restantes justo ponían "La vida de Brian" y " Los Caballeros de Mesa Cuadrada" de Monty Phytons, así que estuvimos rememorando lo mucho que nos gustan y nos echamos unas risas.
El tiempo pasó rápido y de repente Paco, que es el novio de mi madre, llamó diciendo que ya estaba aparcando y que me fuera preparando, así que me vestí de nuevo y ya me afloraban los nervios, mi madre antes de bajar al coche me dijo: "venga chiquitín, tú tranquilito". Como suele pasar una palabra de madre te tranquiliza y bueno me monté en el coche y divagué durante el trayecto deseando que todo el año de preparación que con tanto esfuerzo habíamos preparado saliera perfecto, había tantos detalles que debían salir bien...
Llegamos a la Perdiz de Somontes y justo estaba el autobús con los invitados a la par así que Paco lo adelantó muy sutilmente y nadie advirtió que nos habíamos adelantado para recibir a la gente. Nos bajamos, corrí con mi madre mientras Paco cerraba el coche y ya sí que sí me vinieron unos nervios de espanto. Todo a partir de entonces fue estar con mil ojos, hablar con Mamen que fue la maestra de ceremonias para ver su planificación, pagar al cuarteto de cuerda y viento "A Tempo" por los servicios que nos iban a otorgar durante la ceremonia, hablar con Jose que es el encargado de La Perdiz sobre todo un poco y ya empezar a saludar a invitados sin parar. Todo el mundo según me veía me preguntaba: estás un poco nervioso, ¿no?, no sé en qué lo notaban…
Y de repente entre tanto saludo y disposición, Mamen anunció que la novia estaba llegando y que nos preparáramos así que organicé a la gente y ya con amago de infarto y un temblor de manos espectacular me fui a mi madre junto al altar que habían dispuesto en el jardín.
Empezaron a tocar una de las canciones de "El Señor de los Anillos" (con esta temática habíamos ambientado la boda) y entonces sabía que aparecería Cris de un momento a otro... ¡Y de repente apareció! Deslumbrante con un vestido blanco y un peinado muy "élfico" junto a su padre con su uniforme de guardia real, parecían haberlos sacado de un cuento. Mi primera reacción fue ir a por ella, pero mi madre me contuvo porque no estaba así planeada la ceremonia. Llegaron y ya empecé a emocionarme, y ella también, nos hicimos una mirada cómplice de las nuestras y Mamen empezó con la ceremonia.
Entre los párrafos que comentó Mamen (muy bien llevados, todo hay que decirlo), leyó primero mi hermano, el cual redactó un discurso muy bonito y emotivo que me hizo viajar al pasado, ese tan feliz que tuve con él. Me hizo llorar muchísimo y a tres cuartos de la boda también. Acto seguido leyó mi cuñada y ella misma se puso a llorar al principio porque le pudieron los nervios y ya sumado a su discurso, otra vez casi toda la boda emocionada con sus palabras. Después leímos nosotros los discursos el uno al otro y fue muy bonito la verdad, se respiraba amor por todas partes. Finalmente, antes de la firma realizamos la ceremonia de la arena y quedó una botella muy bonita con seis colores, dos nuestros y luego una por cada uno de nuestros padres, muy simbólico y un recuerdo para toda la vida.
Luego al finalizar la ceremonia pasamos hacia la salida para hacernos las fotos con un coche clásico que había contratado Cris para llevarles hasta La Perdiz. El arroz llovió a mares y casi ni vimos hasta finalizar el pasillo que nos hicieron los invitados.
Luego un largo rato fueron las fotos nuestras y las fotos con los invitados, fotos y fotos sin parar, menos mal que nuestro camarero (Manolo) se encargó de cuidarnos y de todo lo que había de cóctel por lo menos pudimos beber algo y comer una croqueta y algún trozo de jamón serrano lo cual fue de agradecer.
Después empezó la cena y todos pasamos al salón. Cuando entramos nosotros empezó la música épica que habíamos preparado y fue espectacular con todo el mundo aplaudiéndonos hasta que llegamos a la mesa nupcial, hicimos un brindis mirando al cielo para conmemorar a los que por desgracia nos habían dejado y no pudieron asistir a la boda (entre ellos mi abuelo, que nos dejó en abril de este año y no pudo asistir por 3 meses, pero esos capítulos tan tristes los dejaré para otra ocasión).
Tras el brindis, conté por megafonía a los invitados que debían realizar una misión que se encontraba en un sobre que se encontraba encima de cada mesa, donde haciéndose cargo del lugar de la Tierra Media al que pertenecían tenían que hacer canciones con ese nombre y que al final de la cena daríamos un premio a la mesa más participativa. Y entonces a pesar de que cenamos muy bien y tranquilos, empezó la locura en las mesas; si bien había 14 mesas por lo menos 11 cantaron sin parar y hasta se aliaron entre mesas para cantar juntos y animaron muchísimo la velada, incluso algunos vinieron a hacernos ofrendas muy originales como una araña de peluche a la cual debíamos matar y dentro tenía el dinero de todos los de la mesa u otra de amigos que vinieron cabalgando en las sillas y se marcaron un baile Cowboy como Will Smith. En fin, nos reímos muchísimo y nunca podré agradecérselo lo suficiente a la gente.
Después de cortar la tarta y de que me hicieran un gran regalo (la espada de Gandalf, ni más ni menos por parte de Jesús y Edel) le dimos una sorpresa a nuestras amigas las gemelas (Vero y Fany) y fuimos con una tarta de cumpleaños ya que justo era su cumple y le cantamos todos el cumpleaños feliz, creo que esta se la guardaran y no sé para cuándo pero les emocionó. Nos dieron un trozo de tarta para que la probáramos junto al postre original.
Luego llego otra sorpresa con la entrega del ramo donde Cris le di a su hermana el ramo después de que bailáramos por todas las mesas con música celta a tope. Mi cuñada se quedó a cuadros y luego se besó con su novio (Edu) y fue un momento muy divertido a la par que simbólico.
Tras el baile, el ramo, llegó un momento muy especial y es que mis cuñados, nuestro amigo Tony y nuestros padres se habían aliado para hacernos un vídeo proyectado con fotos de nuestra vida, y me reí mucho pero también me emocioné de manera descontrolada cuando vi las fotos de cuando era pequeño con mi abuelo con el cual he compartido tantas cosas en mi vida y que ahora no estaba a mi lado. En fin, les abracé con fuerza a todos ellos, fue muy especial (se me pone el vello de punta de pensarlo).
Luego dimos un regalo a todas las personas que habían desempeñado el papel de madre, una cesta neceser con complementos, nuestras madres, la tía de Cris, mi abuela y la mujer de mi padre. Sus caras al ver el regalo no tuvieron precio. Y ya quedaba poco para terminar todos nuestros objetivos, pero teníamos que dar el regalo de la mesa más animada y se nos puso muy difícil, tanta gente había estado tan entregada que al final cogimos nuestra caja especial y convocamos a las mesas que más se lo curraron y que se repartieran nuestro regalo: orejas de elfo, hachas hinchables, espadas de juguete y el anillo único para compartir, se lo pasaron super bien.
Después Jose, el encargado, se llevó a toda la gente al jardín para que comenzáramos el baile, ¡salimos y lo dimos todo! Nadie se esperaba que después del vals que nos marcamos íbamos a mezclarlo con canciones como Barbie Girl o Hard Rock Alleluya entre otras. Nos salió de lujo y después de volver al vals para sacar a nuestros padres la gente nos felicitó y ya se me quitaron los nervios pues todo había salido a la perfección tal cual habíamos planeado.
Luego ya vino la fiesta con baile, risas, recena y bebidas y cuando pestañeamos dos veces eran casi las 5 de la mañana, el segundo autobús partía y había que ir dando fin a la fiesta. Se me pasó volando y hasta después de un par de días no pude ir recordando los detalles pues al principio estaba todo comprimido en un suspiro.
¡Qué día tan especial!
Servicios y Profesionales de la Boda de Gonzalo Navarro y Cristina Onrubia




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