La boda de Emy y Nasta en Rivas-vaciamadrid, Madrid
Al aire libre Otoño Morado 3 profesionales
E&N
17 Oct, 2015El día de nuestra boda
70 días antes de mi boda empiezo a moverla, ¡qué cuajo! sobre todo porque celebré dos bodas.
La primera boda fue el 5 de septiembre en Torrenueva, Ciudad Real ¿por qué? demasiada gente para mover hasta Madrid, allí teníamos espacio y quisimos celebrar algo informal. Asistimos algo más de 100 personas y estuvimos en un espacio muy chulo en el que nosotros mismos hicimos la comida.
Me compré un vestido corto, blanco, por llevar algo representativo pero todo salió tan deprisa que terminamos haciendo nuestro baile de boda con un vestido "de guarreo" que me puse por la mañana para organizar todo y mi marido con un chandal, un cuadro.
Lo importante, la gente estuvo relajada, contenta, sin etiqueta de ningún tipo y el comentario general fue: ¡genial!
La siguiente, la de verdad, fue el 17 de octubre en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid.
Me compré mi vestido en Vertize Gala. No quería un vestido de novia al uso, pero claro, como no te vas a poner de blanco, que para una vez que te casas. Me compré uno de novia pero hippy, algo así suelto, tipo camisón.
Seguir leyendo »Llegué a la tienda y me probé el "camisón" y horror, todos me quedaban fatal. Así que la chica me ofreció un vestido de "princesa" que yo rechacé porque no es mi estilo. Me convenció pero le dije que no quería escote palabra de honor, ni volantes ni cola ni zarandajas. ¿Adivináis qué llevaba? Todo eso ¡y velo! Mi marido creía que llevaría un vestido de fiesta, mono pero nada de novia. Lloró cuando me vió.
Banquete: otro problema. En principio éramos 50 pero se me descuelgan y somos 40 ¿sabéis lo difícil que es buscar un sitio mono para una boda para tan poca gente? en los sitios que consulté me cobraban mínimo 50, 80 o 100 invitados según el sitio, fuesen o no fuesen. ¡Ni hablar! Así que busco catering para casa. Tengo la suerte de tener un jardín y creí que podía hacerlo ahí.
De repente los 40 se convierten en 60 ¿y ahora qué?, ¿y si no cabemos en el porche del jardín?, ¿y si llueve?, ¿y si no cabemos directamente? Dios, me empecé a agobiar.
Compramos una carpa de 6x3 y creímos que con eso y el porche era suficiente ante una lluvia, pero bueno, el tiempo parecía que iba a ser bueno, así que estábamos tranquilos.
Llega el día, mil cosas que tenía pensadas y que no me había dado tiempo, mientras me maquillaban mi sobrina abrió la puerta de casa y se escapaban los perros. Yo que no me caso si mis perros, no aparecían, nervios exclusivamente por eso porque la boda no me había puesto apenas nerviosa. ¡Aparecen! Me relajé y seguí con el ritual, pelos, maquillaje, traje, pajaritas para mis perros -que son mis hijos- y quise hacerme fotos con ellos y al final me olvidé de hacerlas.
Mi chico se fue a vestir en casa de nuestros amigos y testigos, ya vivíamos juntos pero queríamos encontrarnos en el Ayuntamiento.
Salí hacia el Ayuntamiento, empezó a llover, el vestido me estaba un pelín largo y me tropezaba, me entró la risa, risa que siguió durante todo el día (lo veréis en las fotos). Llegó y mi novio llorando porque no se esperaba que fuese de novia. Mi padre llorando, la gente emocionada y yo meada de la risa. Ví a mi gente, y a mis amigas, a algunas hacía mucho que no las veía y me encantó que me acompañaran en este día.
¡Se nos olvidó traer la música al Ayuntamiento! Pues nada, unos aplausos y al lio. Llega la lectura de los artículos y el concejal confunde el nombre y fecha de nacimiento de mi novio “¿estás nervioso?” le pregunté al concejal y seguí con mi risa. Quería leer algo que había escrito, se me olvidó, bueno, luego lo leí en casa.
Terminamos, fotos con todos (creo, porque no he visto muchas) y salimos hacia casa. ¡Ostras! No habíamos dicho a nadie que pusiera la canción que queríamos para entrar, mi prima se puso a correr y nos puso en un mp3 Celebration de Kool and the Gang. ¡Qué crack eres prima!
Mi jardín con mi gente, disfrutando el catering de Goblin, excelente por cierto. Relajados, como el pueblo pero un poco más "arreglados".
Terminamos de comer y el baile. Se nos olvidó, había preparado una canción preciosa y no nos acordamos. ¡Vaya día! Yo seguía riéndome como si no hubiese un mañana.
De repente se puso a llover, diluvió ¿aguantará la carpa? aguantó, aguantó. Aguantó también el vestido embarrado a tope y que tuve que quitarme a última hora de lo que pesaba de agua y barro.
Micrófono, amigos que querían decirnos algo, lágrimas (ellos, porque yo seguía con mi risa) y se me volvió a olvidar leer lo que había escrito. Parece que en mi boda sufrí un ataque de risa-amnesia simultáneo.
Música enlatada, creo que se repitieron 4 veces las mismas canciones, un total de 5 o 6, ¡vaya repertorio! También música en vivo: flamenquito a cargo de "El Chinchilla" y versiones por parte de nuestro veterinario y gran amigo Carlos Rodriguez.
Un poco de baile bajo la lluvia y sobre el barro, seguimos sin bailar ni recordar nuestro baile. La gente empezó a irse, eran las 8. Todo el mundo sin excepción me comentaba lo bien que había estado el sitio, la comida, lo felices que nos veían. Todo estaba saliendo bien aunque nada como teníamos planeado.
Al final, cambié de traje por pura necesidad. 5 de la mañana.
El resumen: feliz, feliz, feliz, risas, lagrimas, olvidos (muchos) escapadas perrunas, lluvia, feliz, feliz, feliz.
Besos, nos vemos a la vuelta de nuestro querido México.
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