La boda de Ego y Nago en Legazpia, Guipúzcoa

Y ahora os voy a contar cositas de nuestro día para orientar a quien pudiera tener dudas y quiera coger ideas.

No conviene dejarlo todo para los últimos meses, es mejor ir haciendo las cosas poco a poco, aunque eso no quita que la última semana sea la peor. Os voy a dar un consejo que me dio una amiga: descargad todos los nervios antes de la boda. Me pasé toda la semana angustiada, tanto que fui a recoger mi vestido y dejé a la chica preocupada porque no me salía ni la sonrisa de los nervios. No dormía, no tenía hambre, no me apetecía estar con gente porque tenía tantas cosas en la cabeza que estaba ausente. Esta amiga, ya casada, me dijo, "quítate eso antes del sábado, yo estuve así media boda, hasta que lo solté". Y llegó el viernes y una tontería colmó el vaso. Lloré, mucho, y mientras lloraba me daba la risa de lo absurdo que era. Y me quedé muy relajada. Esa noche cené ligero, me di una ducha caliente, me tomé una tila, me fui pronto a la cama y mientras me entraba sueño me puse una mascarilla y música relajante a oscuras. Pasados unos 20 minutos me planté mis tapones y mi antifaz, por si acaso, y me quedé dormida hasta las 6.30. Me levanté como una rosa, tranquila, desayuné y a la pelu. Tenía un día muy intenso por delante pero estaba tan bien que nadie podría creerse que yo, la persona más nerviosa del mundo, estuviera tan tranquila. Y es que nada podía hacer ya más que disfrutar, sin preocupaciones. Y evidentemente no todo salió como teníamos planeado pero, ¿y qué?

Los paipai, el arroz y todas esas cosas son prescindibles. Lo único obligatorio son los novios, ¿vale? Y ahora doy mi opinión sobre lo que puede ser "necesario", y es una buena comilona y la música. Para nosotros tampoco era opcional un buen fotógrafo ni un autobús para los invitados. Como cositas tontas, pusimos pulseras brillantes y bengalas ("que brille el amor"), sellos con tinta para tatuarse ("tattoo-a-tu") y una botella para que los invitados nos metieran mensajes ("message in a bottle"). También hicimos un "photocall" con palets, que consistía en un tenderete de fotos antiguas con todos los invitados, y con la gente que ya no está. Una amiga nos regaló el árbol de huellas y unas letras gigantes. Y durante el banquete hicimos el juego del espía para quien quería participar.

Como detallitos queríamos que fuera algo unisex, así que dimos unos cofrecitos con un licor dentro, envueltos por nosotros mismos y con una etiqueta con nuestro sello. A los niños les cambiamos el licor por otra cosa. A los padres les dimos un par de copas grabadas con la frase "para el mejor padre del mundo", y a las madres medio ramo mío a cada una con un colgante de flor. También dimos dos parejas de novios, pero nosotros nos quedamos con los originales, que eran unos escaladores a los que les atamos una cuerda.

Como "regalo" para mi pareja quise dejarle una nota, que escribí en un comecocos. Los escondí donde guardamos las copas, y mandé a mi cuñado con una botella de champán.

No tuve anillo de pedida porque no va con nosotros eso de "mira tía, estoy prometida", y siguiendo el mismo razonamiento tampoco va con nosotros eso de "lleva alianza, está casada" así que optamos por ahorrárnoslas y en lugar del momento de intercambio de anillos hicimos la ceremonia de la arena. El bote de lo decoró una amiga con la frase "los primeros pasos de la aventura más grande", y en la floristería nos hicieron un centro para colocarlo con velas y flores preservadas en los tonos de mi ramo. Lo tenemos de adorno en nuestra habitación.

Hicimos first look aconsejados por el fotógrafo. Su razón era que así luego podíamos estar en el coctel con los invitados sin ausentarnos para sacarnos las fotos. Yo sumo algunas razones más; fue un momento súper íntimo para nosotros, estábamos "solos" y pudimos actuar de una forma más natural que si todos nos estuvieran mirando. Eso nos ayudó a relajarnos y ya todo fue rodado. Además de que tenemos unas fotos preciosas :) Lo recomiendo sin duda.

Las invitaciones nos las hizo un amigo mío que es ilustrador y diseñador gráfico. Por un lado, puso una tira de fotos que nos sacamos en casa haciendo el tonto estilo photocall con toda la información, y por el otro él mismo nos propuso hacernos un dibujo de nosotros; nos puso en lo alto de una montaña, con ropa de monte, con mochilas, con mi cámara colgando y mi bandana en la cabeza. Al ser formato tarjetón, algunos invitados (nosotros también) la han puesto de adorno en casa por el lado del dibujo. Para entregarlas, las metimos en sobres color craft junto a serpentina de estrellitas hecha a mano, y fuera pusimos los nombres de los invitados con letra bonita, también a mano, y por el otro lado pusimos nuestro sello. Empezamos a repartir las invitaciones como 5 meses antes, pero todos los invitados sabían la fecha de la boda desde que la pusimos así que no teníamos prisa. A la gente que pudimos le dijimos que nos casábamos cara a cara, pero el rumor se extendía y no queríamos que otra gente a la que no veíamos se enteraran por ahí, así que pasadas unas semanas hicimos un vídeo gracioso y lo mandamos por Whatsapp: yo estaba en el pasillo sentada de espaldas y mi pareja se acercaba preguntado que qué estaba haciendo, y en ese momento se acercaba a mí y yo me giraba con los ojos muy abiertos y una sonrisa sádica dando golpecitos con las manos. En el fondo, tiradas por el suelo, se veían revistas y recortes de vestidos de novia. No era algo evidente, los invitados se quedaban desconcertados hasta que veían lo que pasaba y se partían de la risa.

Siguiendo con las redes sociales, aquí está la opción de Wedshoot que dicen que está muy bien, pero nosotros no queríamos obligar a nadie a bajarse ninguna app pero a la vez queríamos evitar que el mismo día de la boda rularan por ahí un montón de fotos nuestras (y de otros invitados), así que hicimos un grupo privado en Facebook al que metimos a los invitados. Los mayores no estaban, pero en todas las familias había alguno metido y podían transmitirle al resto lo que pusiéramos allí. Así, el grupo lo usamos para hacer una cuenta atrás. Dos veces al mes subíamos una foto nuestra, desde que nos conocimos hasta hace poco, y hacíamos bromas con ellas. También metíamos gifs graciosos sobre bodas, hacíamos encuentras (música, alergias) y una vez pasó la boda, los invitados pudieron subir allí sus fotos, o incluso ponerse en contacto entre ellos si no se conocían hasta ese día.