La boda de Eduardo y Raquel en Valladolid, Valladolid

El día de nuestra boda

Empecé el día bastante tranquila. Como era boda de tarde no tuve que madrugar mucho para ir a la peluquería, así que desayuné tranquilamente, preparé las cosas y a las 11:30 o así me fui a la peluquería hasta las 2 y pico que volví.

Parecía que empezaban algo los nervios, pero seguía bastante tranquila. Luego empezó todo el mundo a prepararse y mientras me trajeron el ramo… ¡que ya ni me acordaba que tenía que traérmelo! ¡Si no me lo llegan a llevar a casa, ni me acuerdo de él!

Vino la fotógrafa y estuvimos haciéndonos las fotos como una hora y pico y, por fin, bajamos al coche dirección iglesia. Cuando estábamos llegando, nos llamó mi cuñada para que diésemos alguna vuelta más porque todavía la gente no había entrado en la iglesia y ahí, ya sí fue cuando me vinieron de golpe todos los nervios que no había tenido en todo el año de preparativos.

Luego salió todo perfecto, la misa estuvo muy bien, aunque nos morimos de calor y eso que pusimos abanicos para los invitados y yo llevé uno que me habían regalado. Nos hicimos el reportaje cerca del restaurante para no perder mucho tiempo, aunque al final nos liamos y solo llegamos a la mitad del cóctel. En cuanto al restaurante, fue una pasada, todo genial, la comida, la bebida, los camareros..., se portaron muy bien con todos y nos lo pusieron muy fácil para que pudiésemos disfrutar de cada momento.