La boda de Eduardo y Mónica en León, León

¡Llegó la hora! No estaba nerviosa, hasta el momento en el que bajé del coche a la puerta de la iglesia, creo que me pasé media Eucaristía llorando, pero luego los nervios se esfumaron y todo fue espectacular.

Os contaré algún detalle sin extenderme demasiado. Mi marido entró en la iglesia con una canción más clásica, Mio bambino caro, yo en cambio entre con una de Linkin park en instrumental. En la iglesia hicimos el ritual de las velas, y como al final de la celebración el cura no dijo la típica frase de "puedes besar a la novia" la novia besó al novio durante la paz. Después de la iglesia nos fuimos en una vespa, que habíamos restaurado nosotros mismos los meses anteriores hasta el restaurante. No hicimos sesión de fotos porque queríamos disfrutar de los invitados, las fotos las hicimos en la sesión de postboda.

El restaurante era un molino restaurado (para nosotros precioso), allí nos esperaban 18 aperitivos en el jardín, y antes de entrar al banquete hicimos una suelta de globos. La cena estuvo riquísima y los invitados no pudieron portarse mejor, fue una boda muy animada. Las mesas las enumeramos por nombres de ciudades y con fotos nuestras del lugar. Personalizamos todos los detalles al estilo de nuestra boda, en los baños colocamos unas cestas de básicos con unos cartelitos diferentes en el baño de los hombres y en el de mujeres. Las mismas imágenes iban en los detalles para los invitados. Después del banquete hicimos el primer baile de casados en el que elegimos una cancion de Metallica. Y a continuacion pasamos a las 4h de barra libre en la que no paramos de bailar.

Sólo decir que fueron 12h de boda que se hicieron muy cortas. Tenemos que agradecer a todos los invitados lo bien que lo pasamos y por habernos acompañado ese día tan especial para nosotros.