La boda de Domingo y Rosario en Lopera, Granada

El día de nuestra boda

El día salió tal y como estaba planeado. Después de mucho tiempo y trabajo detrás, las cosas salen bien. Por suerte todo llegó a su tiempo y de la mejor manera posible. Para mí el gran día comenzó a las 6 de la mañana, cuando llegué a la peluquería. A continuación, me maquillaron y me fui para casa a recibir al fotógrafo y terminar de peinarme y vestirme. El tiempo pasaba volando, los invitados y familia llegaban a mi casa a borbotones, hasta tal punto que ya no cabía nadie más (y mi casa reconozco que es bastante grande).

Salimos hacia la iglesia, la ceremonia fue religiosa y preciosa. A continuación, hicimos un breve reportaje por los alrededores del centro histórico en coche de caballos. Llegamos al salón, el banquete fue rapidísimo, recuerdo las cosas como a flashes porque con la emoción no eres muy consciente de lo que está pasando. Repartimos regalos a los familiares más allegados y en un plis estábamos cortando la tarta.

La barra libre fue en el exterior, en un patio precioso que está recién estrenado (os recuerdo que mi banquete lo celebramos en Palacio del Albaicín de Marmolejo). Bailamos y cantamos hasta pasada la madrugada y todo quedó grabado en nuestra memoria como el día más bonito de nuestras vidas. Juntar a toda la familia y amigos en un único momento fue maravilloso. Algo muy esperado y deseado y que salió a las mil maravillas.