La boda de David y Teresa en Granada, Granada

Después nos fuimos al parque Federico García Lorca a hacernos las fotos con Luz y Alma Studios, vamos con Pili, que hizo que nos lo pasáramos realmente bien.

Todo lo demás: la cena, la fiesta…fue tan perfecta que dudo que pudiera haber salido mejor. La satisfacción de ver a tu gente pasándoselo bien en tu boda no puede compararse con nada. Terminamos en una preciosa habitación que nos reservaron mis padres y hermanos casi a las seis de la mañana, con una felicidad y satisfacción que nos dura hasta hoy.

Además de agradecer todo lo que nos ha ayudado nuestra familia y también a todos aquellos que nos alegraron el día con su presencia, no puedo dejar de agradecer a los profesionales que pusieron su granito de arena para que pueda guardar este buenísimo recuerdo de ese día y de paso recomendároslos a todos los que estéis organizando. Mi modisto Jose Ruiz, que hizo mi vestido y los de mi madre y hermana... Espero contar con él para otras ocasiones porque fue un encanto y el vestido precioso.

El Restaurante Camaura que puso una cena buenísima e hizo que todo fuera perfecto... Espero poder celebrar muchos aniversarios allí. Por supuesto a mis dos superchicas: Tere, de Armiflor, que me hizo el ramo más bonito del mundo y Pili, de Luz y Alma Studios que, aunque todavía no he visto sus fotos no me queda ninguna duda de que me encantarán porque serán como ella. Tampoco puedo olvidarme de los grandes, grandísimos "Andevastours", que nos prepararon el viaje de novios a nuestra medida, ¡y vaya viaje de novios más chulo!

De otros servicios no puedo decir lo mismo… La maquilladora Gema Alcaide aunque el día de la boda vino puntual y me maquilló, me sentí bastante engañada respecto a lo que hablamos y a lo que pagué pero como comprenderéis un día antes de la boda no me iba a poner a discutir con ella, lo que me fastidió más porque jugaba con esa ventaja... Todo porque no estaba contenta con el peinado. Al final pagué casi lo mismo solo porque me maquillara y tuve que buscarme la vida con la peluquería... Y cuando entré en la iglesia ya tenía brillos... En fin, no me mereció la pena para nada. En fin, si en toda boda hay un pero este fue el caso, gracias a Dios no fue tan importante.