La boda de David y Silvia en Torrelodones, Madrid

El día de nuestra boda

Nos lo cuentan desde niñas y, al final, de una manera u otra, en algún momento, sueñas con cómo sería ese día. Todo el mundo te habla del vestido, del lugar, de lo guapa que estarás, de la fiesta... Pero lo que nadie te explica, ni te puede transmitir de una forma real hasta que lo vivas, son las emociones que te desbordarán durante ese día. Ese momento de salir hacia el altar y darte cuenta de que es ahora, que es de verdad, y que todo el cuerpo te empiece a vibrar. Será entonces cuando te olvides de todos los agobios, de todos esos detalles que pensabas que tenían gran importancia y te darás cuenta de que lo más importante en una boda son las personas.

Porque puedes tener el lugar más de cuento de hadas, un menú increíble y un vestido de ensueño, pero lo que va a marcar tu día son las caras de felicidad, los abrazos, las palabras bonitas, las risas, los bailes... Los momentos.

Estos que comparto más abajo, son los míos, y hablan más que mil palabras. Ojalá todo el mundo pueda vivir una experiencia tan bonita como esta. Porque casarse al final es eso, una muestra de amor a tu persona, a tu familia, a tus amigos. Una experiencia que vivir intensamente al menos una vez en la vida.