La boda de David y Patricia en Villanubla, Valladolid

Tuvimos la suerte de encontrar una finca donde podíamos celebrar tanto la ceremonia como el banquete, en la Fuente de los Ángeles, y aquello nos dio la oportunidad de disfrutar cada momento del día con la gente que nos acompañó, nuestra familia y todos nuestros amigos. Incluso aquellos que viven fuera y también los que no hablaban nuestro idioma y aún así vinieron para hacernos más feliz si aquello podía ser.

Estuvimos preparando la boda durante 5 meses, no es mucho, pero queríamos que fuera en marzo y aunque no nos hizo nada bueno, la lluvia nos respetó al entrar y salir de la capilla y también para hacernos las fotos en el jardín. Durante esos 5 meses, nosotros mismos preparamos los detalles que ibamos a regalar en la boda y los regalos a nuestros hermanos, el ramo de novia para nuestra amiga, el candy bar y mil cosas más. Ahora que han pasado un par de meses, me alegro al haberme implicado tanto, ya que en cada detalle yo había puesto mi granito de arena y eso me hacía sentir feliz.

Nuestra decisión en cuanto al viaje de novios fue fácil, la hermana de David, junto con su marido y nuestro recién estrando sobrino, viven en Costa Rica y teníamos muy claro que queríamos conocer el país y pasar unos días juntos a ellos. Del país solo puedo decir que nunca había visto tanto verde en toda mi vida, fue perfecto poder ir allí.

Ahora la vida de casados no ha cambiado mucho, pues ya llevavamos viviendo dos años juntos, pero de vez en cuando nos gritamos por casa "marido" o "mujer" para que no se nos olvide y para recordar que nos queda toda una vida por estar juntos y, sobre todo, con ganas de que llegue lo siguiente, quizás un perro, hay que ampliar la familia, pero poco a poco.