La boda de David y Estrella en Córdoba, Córdoba

El día de nuestra boda

Sentía un pequeño miedo de recibir de nuevo llamadas para no asistir a nuestro gran día, pero a la vez estaba tranquila porque tenía la esperanza de que todo iba a salir bien.

Ese día en la mañana recibíamos mensajes de invitados que no asistieron para desearnos un feliz día, aun así, estaba tranquila porque quedaban horas hasta que empezara el ajetreo.

Cuando empecé a comer sabía que ahí ya empezaba una cosa tras otra, y así fue. Me llegó un ramo de flores con una carta, agradeciéndome los años tan felices junto a mí. Y la emoción se apoderó de mí. Las horas eran minutos en mi reloj, la peluquera, detrás la maquilladora, no había terminado y ya estaban los fotógrafos y terminar el retoque para empezar con la sesión de fotografía sola y junto a los familiares. Una vez terminados, esperar a que llegará la hora para subir al coche y llegar puntual a la iglesia.

Una vez allí, suena la canción que elegimos para mi entrada, y de la mano de mi padre llevándome al altar, justamente esa imagen que mi mente imaginó cuando encontré mi vestido. Y cuando te vas acercando a ese final, y ves a tu futuro marido, no hay palabras para describir ese momento tan soñado, y que después de tantos días, por fin llegó.