La boda de David y Ester en Barcelona, Barcelona

El día de nuestra boda

Me desperté como de costumbre a las 8:00 de la mañana, me despedí de mi futuro marido como si de un día cualquiera se tratara y me fui directa para la peluquería, donde me esperaban mis compañeros de trabajo, ya que ellos se encargarían de peinarme y maquillarme. Cuando llegué allí empezaron mis nervios, cada minuto aumentaban más y más... hasta que a las 10:00 llegué a casa de mi madre. Allí me esperaban varios familiares todavía sin arreglar y nos pusimos de cháchara como si no pasara nada importante ese día. De repente suena el telefonillo, ¡los fotógrafos ya estaban allí! y nadie estaba arreglado, ¡yo la primera! Sesión de fotos individuales y junto a mi familiares y amigos. Risas, lagrimas, nervios, más risas, más lagrimas... un sube y baja de sentimientos sin control. A las 13:00 me esperaba mi amado ante el altar. Nos casábamos por lo civil, en un sitio pequeñito, pero muy delicado. Oficiaba la ceremonia un familiar nuestro, y eso hacía mucho más especial ese momento. Decidimos no intercambiar anillos, e hicimos la ceremonia de la arena, donde llenamos un reloj de arena. Aparte también realizamos la ceremonia de la rosa, donde esa rosa nos deja un bonito significado para el futuro. Nuestras mamis nos leyeron unas palabras... mi cuñado y un amigo especial también leyeron algunas escritas por ellos... y eso hacía que el huracán de los sentimientos fuera mucho más grande... ¡más risas y más lagrimas! Seguidamente fuimos a hacernos un pequeño reportaje, ya que pasada la luna de miel realizaríamos un postboda.